La lección de Sofía



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Limpieza, una niña llamada Sofía que no le gustaba para nada bañarse.

Siempre encontraba excusas para evitar el momento del aseo y eso comenzó a ser un problema, ya que sus amigos y compañeros de colegio empezaron a alejarse de ella por su mal olor. Un día, mientras Sofía jugaba en el parque con sus amigos, escuchó murmullos y risitas detrás suyo.

Se dio vuelta y vio a Lucas, el chico más popular de la escuela, señalándola y riéndose junto a otros niños. Sofía se sintió muy triste y avergonzada. -¡Mirá cómo huele Sofía! ¡Deberías bañarte más seguido! -se burló Lucas.

Sofía agachó la cabeza y corrió llorando hasta su casa. Al llegar, se encerró en su habitación y se prometió a sí misma encontrar una solución al problema. Esa noche, mientras cenaba con su familia, le contó lo sucedido a sus padres.

Ellos la escucharon atentamente y decidieron ayudarla. Al día siguiente, cuando Sofía llegó al colegio, todos los niños volvieron a burlarse de ella por su olor. Pero esta vez algo era diferente: Sofía tenía una sonrisa en el rostro.

-¿Qué tanto te reís? -preguntó Lucas con sarcasmo. Sofía respiró profundo y respondió: "Me doy cuenta de que descuidé mi higiene personal y eso está afectando mis relaciones con los demás. A partir de hoy cambiaré esa actitud".

Todos quedaron sorprendidos por las palabras de Sofía. Incluso Lucas se disculpó por haberla molestado. A partir de ese día, Sofía incorporó hábitos saludables en su rutina diaria.

Comenzó a bañarse todos los días, lavarse los dientes después de cada comida e incluso aprendió a peinarse sola. Sus amigos notaron el cambio en ella y pronto volvieron a jugar juntos como antes. Con el tiempo, Sofía se convirtió en un ejemplo para todos en Villa Limpieza.

Ya no solo lucía limpia por fuera sino que también irradiaba limpieza interior con su actitud amable hacia los demás. Desde entonces, nadie volvió a recordar la época en la que "la niña que no quería asearse" era motivo de burlas.

Ahora todos la admiraban por ser una persona responsable consigo misma y respetuosa con los demás. Y colorín colorado, este cuento ha terminado.

Espero que hayas disfrutadode esta historia llena de enseñanzassobre la importancia de cuidar nuestra higieney ser amables con quienes nos rodean. ¡Hasta la próxima aventura!

FIN.

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