La lección de Sofía en el cine


Había una vez una niña llamada Sofía que tenía 7 años y le encantaba ir al cine con su mamá. Una tarde, mamá la llevó a ver una película de princesas y unicornios que a Sofía le encantaba.

Al llegar al cine, había mucha gente haciendo fila para comprar las entradas y palomitas de maíz. Mamá agarró fuerte la mano de Sofía para no perderla entre tanta multitud.

Pero en un descuido, cuando estaban por entrar a la sala, Sofía se soltó de la mano de su mamá sin darse cuenta. Sofía miró a su alrededor y vio a una señora con un abrigo azul que pensó era su mamá.

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia ella y agarró su mano. - ¡Mamá! ¿Ya vamos a ver la película? - preguntó emocionada Sofía. La señora se sorprendió al principio, pero luego sonrió y le dijo: "¡Claro que sí, mi amor! Vamos juntas".

Y así, la señora llevó a Sofía hasta sus asientos en la sala oscura. Pero mientras esperaban que empezara la película, mamá llegó corriendo y buscando a todos lados. Estaba muy preocupada porque no encontraba a Sofía por ningún lado.

- ¡Sofía! ¡¿Dónde estás? ! - gritaba desesperada mamá entre la multitud. Sofía escuchó la voz de su verdadera mamá y se dio cuenta del error que había cometido.

Se levantó de su asiento junto a la señora del abrigo azul y corrió hacia donde estaba su mamá llorando. - Mamá, ¡perdón! Me confundí. Pensé que era vos - dijo entre sollozos Sofía abrazando fuerte a su mamá.

Mamá también lloraba de emoción al ver que su pequeña estaba sana y salva. La señora del abrigo azul se acercó con una sonrisa comprensiva en el rostro. - No te preocupes, pequeña. Todos nos confundimos alguna vez.

Lo importante es que ahora estás con tu verdadera mamá - dijo amablemente la señora antes de despedirse. Desde ese día, Sofía aprendió lo importante que era mantenerse cerca de su mamá en lugares públicos y nunca más volvió a soltarse de su mano sin permiso.

Y cada vez que iban al cine juntas, recordaban esta divertida anécdota con cariño y complicidad. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda: siempre es mejor estar cerca de quienes nos cuidan y aman.

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