La lección de Teresito
Teresito se sintió aliviado después de hacer sus necesidades, pero luego se dio cuenta de que no había papel higiénico. Miró a su alrededor y encontró una hoja grande y verde en el suelo.
La recogió y se limpió, pero la hoja era muy áspera y le causó picazón. - Ay, esto pica mucho -dijo Teresito rascándose el trasero.
De repente, escuchó una voz detrás de él:- ¡Hey! ¿Qué estás haciendo? Teresito se dio vuelta y vio a un hombre mayor con barba larga y ropa sucia. El hombre lo miraba fijamente con una sonrisa extraña en su rostro. - Estoy... estoy haciendo caca -respondió Teresito tímidamente.
El hombre rió fuerte y dijo:- Jajaja, eso está bien, chico. Pero no deberías usar hojas para limpiarte. Eso puede ser peligroso para tu piel. Teresito se sorprendió por las palabras del hombre. Nunca había pensado en eso antes.
- ¿Entonces qué puedo hacer? No tengo papel higiénico -preguntó Teresito preocupado. El hombre le respondió:- Puedes usar agua si hay un grifo cerca o incluso piedras lisas si no tienes nada más. Pero nunca uses hojas o ramitas afiladas.
Teresito asintió lentamente mientras el hombre le enseñaba cómo lavarse correctamente después de hacer caca sin papel higiénico. Luego, el hombre le entregó unas toallitas húmedas que llevaba consigo en su mochila y le dijo que las guardara para futuras emergencias.
Teresito se sintió muy agradecido con el hombre y le dio las gracias antes de irse. Pero mientras caminaba hacia su casa, pensó en cómo había aprendido algo nuevo ese día.
A partir de entonces, nunca más volvería a usar hojas o ramitas afiladas para limpiarse después de hacer caca. Y así, Teresito aprendió una valiosa lección sobre higiene personal y la importancia de saber qué hacer en situaciones difíciles.
Y aunque su experiencia no fue la más agradable, sabía que había aprendido algo importante que lo ayudaría en el futuro.
FIN.