La Lección de Xavi
Un soleado día en el barrio de Xavi, un niño de 7 años lleno de energía, decidíó salir a jugar con sus amigos. Xavi siempre estaba corriendo, dando volteretas y contando historias emocionantes. Sin embargo, ese día, mientras cruzaba la calle para unirse a sus amigos en el parque, su mente estaba llena de pensamientos y no se dio cuenta de los autos que pasaban.
"¡Vamos, Xavi!" gritó uno de sus amigos desde el otro lado de la calle. Xavi, emocionado, no miró hacia los lados y corrió directo. De repente, escuchó un fuerte timbre y, sin poder reaccionar, una bicicleta lo atropelló suavemente. El ciclista, un adolescente llamado Lucas, frenó en seco y saltó de su bici.
"¡Oh no, Xavi! ¿Estás bien?" - dijo Lucas, preocupado mientras se acercaba velozmente. Xavi, un poco aturdido, se incorporó con lentitud y se tocó la rodilla.
"Me duele un poco, pero creo que estoy bien" - respondió Xavi, frotándose la rodilla.
"¿No deberías mirar antes de cruzar?" - preguntó Lucas con voz amable.
"Lo sé, pero estaba tan emocionado..." - se disculpó Xavi avergonzado.
Lucas lo ayudó a levantarse y lo llevó al banco del parque para que se sentara y se recuperara. Pronto, los amigos de Xavi se acercaron, todos preocupados.
"¿Qué pasó?" - preguntó Carla, su amiga más cercana.
"Nada, solo cruzó sin mirar y... me lo llevé puesto" - respondió Lucas, intentando mantener la calma.
"Xavi, tenés que tener cuidado al cruzar la calle. Siempre hay que mirar a los lados primero" - comentó Carla con seriedad.
"Es verdad, chicos. Estoy aprendiendo la lección de la manera difícil" - dijo Xavi, un poco sonrojado.
Después de un rato, en el que todos se aseguraron de que Xavi estaba bien, él les propuso algo.
"¿Qué les parece si hacemos una carrera? El primero que llegue al farol gana" - sugirió Xavi. Todos aceptaron emocionados. Sin embargo, antes de correr, Carla se dirigió a todos.
"¡Espera! Antes de que corran, tenemos que hacer una regla. ¡Primero hay que mirar a los lados!" - dijo ella. Todos asintieron.
Así que, Xavi, Carla y los demás se alinearon al lado de la calle. Antes de que Xavi diera la señal, se aseguraron de mirar a ambos lados. Finalmente, él gritó:
"¡Ya!" y todos empezaron a correr.
Corrieron riendo y gritando, pero con la atención puesta en la calle. Después de la carrera, se sentaron en el césped del parque a descansar.
"Fue muy divertido, pero tengo que agradecerte, Lucas. Me hiciste darme cuenta de que debo tener más cuidado" - dijo Xavi, sonriendo.
"No es la primera vez que veo a alguien cruzar sin mirar. Siempre me preocupan los pequeños" - contestó Lucas.
Esa tarde, Xavi y sus amigos decidieron que, a partir de ese día, tendrían una 'Reunión de Seguridad' cada semana donde compartirían consejos para estar a salvo en la calle y evitar accidentes.
Agradecidos, Xavi y sus amigos se dieron cuenta de que, aunque el accidente fue un susto, también les enseñó algo valioso. La amistad, el cuidado y la responsabilidad son importantes, tanto al jugar como al cruzar la calle. Desde entonces, siempre que salían a jugar, miraban a los lados y se recordaban unos a otros de ser cuidadosos.
Así, Xavi aprendió que a veces, las lecciones más duras son las que nos hacen más fuertes y más sabios. Y cada vez que miraba a la calle antes de cruzar, sonreía, sabiendo que a veces, un pequeño accidente puede traer grandes aprendizajes.
FIN.