La lección del bosque encantado



Había una vez un hermoso bosque encantado donde vivían animales de todo tipo. En ese bosque, también habitaban unos duendes mágicos que eran conocidos por su sabiduría y bondad.

Sin embargo, no todos los duendes eran buenos, algunos de ellos se habían dejado llevar por la maldad y hacían travesuras a los demás habitantes del bosque.

Los animales del bosque estaban cansados de las malas acciones de los duendes malvados y decidieron pedir ayuda a los duendes buenos para poner fin a sus travesuras. Los duendes buenos escucharon el llamado de auxilio y acordaron ayudar a los animales.

Un día, el líder de los duendes buenos, llamado Tito, convocó una reunión con todos los animales en un claro del bosque. Allí les explicó su plan para atrapar a los duendes malvados y enseñarles una lección. "- Amigos animales -dijo Tito-, hemos ideado un plan para capturar a esos traviesos duendecillos.

Pero necesitaremos la ayuda de cada uno de ustedes. "Todos los animales asintieron emocionados y dispuestos a colaborar en la misión. Cada uno tenía una habilidad especial que sería útil en la tarea. El primer animal en intervenir fue Pedro el pájaro carpintero.

Con su pico afilado, talló pequeñas trampas en árboles huecos para atrapar a los duendes cuando intentaran escapar. Luego llegó Alicia la ardilla veloz, quien propuso utilizar su velocidad para distraer a los duendes y llevarlos hacia las trampas.

El siguiente en sumarse fue Bruno el oso, quien con su fuerza podría mantener a los duendes atrapados hasta que pudieran enseñarles una lección. Finalmente, llegó Marta la mariposa, conocida por sus hermosos colores.

Ella sería la encargada de hacerles entender a los duendes malvados que la belleza y bondad son mucho más valiosas que la maldad. Con todos los animales listos para actuar, comenzaron a ejecutar su plan.

Pedro tallaba las trampas mientras Alicia distraía a los duendes con sus rápidos movimientos. Bruno esperaba pacientemente para capturarlos y Marta volaba alrededor de ellos mostrando su belleza.

Los duendes malvados se sintieron hipnotizados por la maravillosa danza de colores de Marta y se dieron cuenta de lo equivocados que habían estado. Comenzaron a sentir remordimiento por todas las travesuras que habían hecho. "- Lo siento mucho -dijo uno de ellos-, no sabíamos cuánto daño estábamos causando".

Tito se acercó a ellos con una sonrisa amable y les dijo: "- Todos cometemos errores, pero siempre es posible cambiar y hacer el bien. "Desde ese día, los duendes malvados decidieron unirse al grupo de los buenos y juntos trabajaron para mejorar el bosque encantado.

Aprendieron que ayudar a otros seres vivos era mucho más gratificante que hacer travesuras.

El bosque volvió a ser un lugar lleno de paz y armonía gracias al esfuerzo y la colaboración de los animales buenos y los duendes que habían decidido cambiar su actitud. Y así, todos aprendieron una valiosa lección: que el poder de la bondad siempre prevalece sobre cualquier mal.

FIN.

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