La lección del delfín soleado

En una hermosa playa, vivían una tortuga llamada Tita, una ballena llamada Benito y un delfín llamado Delfy. Todos los días, el sol brillaba sobre el mar y los animales jugaban felices en el agua.

Un día, el delfín Delfy notó que algunos de sus amigos estaban tristes. Al acercarse, descubrió que la causa de su tristeza era que algunos animales estaban mintiendo unos a otros. La mentira había oscurecido el ánimo de todos en la playa.

Delfy decidió buscar al sabio y viejo delfín soleado, que vivía en alta mar, para pedirle consejo. Después de un largo viaje, Delfy finalmente encontró al delfín soleado y le preguntó qué podía hacer para ayudar a sus amigos en la playa.

El delfín soleado dijo: "Delfy, las mentiras oscurecen las aguas claras de la amistad. Debes recordarles a todos que la verdad siempre prevalecerá sobre la mentira".

Decidido a seguir el consejo del delfín soleado, Delfy regresó a la playa y reunió a todos los animales. Les contó una historia sobre un pez que se metió en problemas por mentir y cómo su mentira afectó a todos a su alrededor.

"La mentira puede lastimar a tus amigos y oscurecer la belleza de nuestra amistad. Es mejor siempre decir la verdad, por difícil que parezca", les dijo Delfy con firmeza.

Las palabras de Delfy tocaron los corazones de todos los animales. Comenzaron a reflexionar sobre cómo habían lastimado a otros con sus mentiras. Prometieron hacer un esfuerzo para ser honestos y sinceros en el futuro.

Con el tiempo, la amistad entre Tita, Benito y Delfy se fortaleció más que nunca, y la playa volvió a irradiar alegría y armonía. La lección del delfín soleado había dejado una profunda huella en sus corazones, recordándoles que no es bueno mentir.