La lección del lobo
Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de verdes praderas, un campesino llamado Juan. Juan era conocido por ser un gran mentiroso, siempre inventando historias increíbles para impresionar a los demás.
Un día, mientras cuidaba de sus ovejas en el campo, Juan vio acercarse a lo lejos a un lobo hambriento. El miedo se apoderó de él y rápidamente comenzó a pensar en cómo podría escapar de esa situación. Entonces, se le ocurrió una idea brillante.
Corrió hacia el pueblo gritando: "¡Ayuda! ¡Un lobo está atacando mis ovejas!" Todos los vecinos salieron corriendo al escucharlo y juntos lograron ahuyentar al feroz animal.
Pero este incidente solo hizo que la imaginación de Juan volara aún más alto. Se dio cuenta de que podía aprovecharse de su fama como protector del pueblo y obtener beneficios personales.
A partir de ese momento, cada vez que quería algo o necesitaba ayuda, corría al pueblo gritando sobre algún peligro inminente. Los vecinos siempre acudían en su ayuda sin dudarlo ni cuestionarlo. Pero con el tiempo, la gente comenzó a cansarse de las mentiras constantes de Juan.
Ya no confiaban en sus palabras y lo veían como un manipulador sin escrúpulos. Un día, mientras caminaba por el bosque cercano al pueblo, Juan se encontró nuevamente con el lobo hambriento. Esta vez no pudo pensar rápidamente en ninguna historia para salvarse.
El lobo se acercó lentamente hacia él mientras Juan temblaba de miedo. Pero en lugar de atacarlo, el lobo habló: "-Juan, sé que has estado mintiendo todo este tiempo. No puedo evitar sentir lástima por ti. Necesitas aprender una lección".
El campesino quedó sorprendido al escuchar al lobo hablar y asintió con la cabeza. El lobo continuó: "-A partir de ahora, cada vez que cuentes una mentira, te transformarás en un animal diferente durante un día entero.
"Juan se dio cuenta de que había llegado el momento de cambiar su comportamiento y aprender a decir la verdad. Regresó al pueblo y les contó a todos sobre su encuentro con el lobo.
Desde ese día en adelante, Juan dejó de mentir y comenzó a ser honesto con los demás. La gente del pueblo notó este cambio y poco a poco volvieron a confiar en él. Con el tiempo, Juan se convirtió en un hombre respetado y querido por todos.
Aprendió que la honestidad es mucho más valiosa que cualquier historia inventada. Y así fue como el lobo enseñó una importante lección al campesino mentiroso, recordándole que siempre es mejor decir la verdad y ganarse la confianza de los demás.
Desde aquel día, Juan vivió felizmente rodeado de amigos verdaderos gracias a haber aprendido la importancia de ser sincero consigo mismo y con los demás. Y nunca más volvió a contar una sola mentira.
FIN.