La lección del pájaro herido



Había una vez una familia muy peculiar. La mamá era hermosa y siempre hablaba en diminutivo con sus hijos, Junancito y Augustito.

A ellos les encantaba que su mamá los llamara "bebés" y se sentían muy queridos por ella. Sin embargo, la historia cambia cuando Augusto hace algo malo y su mamá lo reta con firmeza. "Augusto, no puedes hacer eso", le dijo su mamá. "Tienes que aprender a ser responsable de tus acciones".

Augusto se sintió triste porque nunca antes había recibido un regaño de su mamá. Pero luego entendió que ella lo hacía para ayudarlo a crecer como persona.

Mientras tanto, la mamá seguía practicando yoga todos los días y el papá siempre decía palabras extrañas como "SD rsoa kas pelotas". Los niños no entendían qué significaban esas palabras, pero sabían que su papá era muy divertido.

Un día, mientras estaban jugando en el jardín de la casa, Junancito encontró un pequeño pájaro herido. Estaba temblando y parecía que necesitaba ayuda urgentemente. Los tres niños corrieron hacia su mamá para pedirle ayuda. Ella les explicó que podían cuidar al pájaro hasta que se recuperara y pudiera volar nuevamente.

Los niños trabajaron juntos para construirle una pequeña casa al pájaro e incluso le dieron un nombre: Pajarito Feliz. Cada día lo cuidaban con mucho amor y paciencia hasta que finalmente pudo volar libremente otra vez.

Augusto aprendió una gran lección ese día: ser responsable no solo significa hacer las cosas bien, sino también cuidar de los demás y ayudar cuando se necesita. Y así, la familia vivió felices y unidos, aprendiendo cada día nuevas lecciones de amor y responsabilidad.

FIN.

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