La limpieza mágica del río


Había una vez en la selva un grupo de animales que vivían felices y divertidos, pero un día llegó un ácido muy potente que contaminó el río donde bebían.

El agua se volvió opaca y dejaron de poder ver el fondo transparente. Los animales empezaron a enfermarse y a sentirse tristes y desolados. La maga de la selva, una sabia tortuga anciana, convocó a todos los animales para encontrar una solución al problema.

"¡Debemos actuar rápido!", dijo la maga. "Necesitamos limpiar el río antes de que sea demasiado tarde". Los animales se pusieron manos a la obra y trabajaron juntos para recolectar plantas medicinales y hierbas curativas que ayudarían a sanar el río contaminado.

Fue entonces cuando apareció un delfín mágico que les dio una idea: "Si construimos unas cascadas artificiales, podremos hacer circular el agua más rápidamente y así eliminar las impurezas del ácido", dijo.

Todos los animales trabajaron duro para construir las cascadas mientras la maga de la selva preparaba su conjuro mágico para sanar las heridas del río. Finalmente, después de horas interminables de trabajo, lograron crear las cascadas artificiales.

El plan funcionó perfectamente: con el agua circulando más rápido gracias a las cascadas, pudieron eliminar todo el ácido del río en poco tiempo. La transparencia regresó al agua cristalina, los peces volvieron a nadar libremente y los demás habitantes recuperaron su salud.

"¡Lo hicimos! ¡Lo logramos!", gritaron todos los animales emocionados. La maga de la selva sonrió y dijo: "Este es el poder de trabajar juntos para hacer algo bueno por nuestro hogar".

Y así, gracias a la colaboración y el ingenio de los habitantes de la selva, todo volvió a ser como antes. Los animales recuperaron su alegría y vivieron felices para siempre en una selva más limpia y saludable. "¡Gracias por ayudarnos, delfín mágico!", exclamó la maga.

"No hay problema", respondió el delfín con una sonrisa. "Siempre estoy aquí cuando me necesitan".

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