La linterna de Umbra
Había una vez un mundo mágico llamado Umbra. En este lugar, las sombras eran el hogar de criaturas extrañas y misteriosas que vivían en la oscuridad. Ellos se divertían jugando entre ellos y explorando su mundo oscuro.
Un día, algo inesperado sucedió. Un agujero de luz apareció en medio de Umbra, creciendo cada vez más grande mientras arrojaba rayos de luz brillante por todas partes.
Los habitantes de Umbra estaban asombrados y desconcertados por lo que veían ante sus ojos. Decidieron enviar a algunas criaturas para investigar el origen del agujero de luz.
Mientras se acercaban al borde del agujero, vieron algo sorprendente: ¡un niño humano estaba jugando con una linterna mágica! La linterna emitía un brillo cálido y hermoso que iluminaba todo a su alrededor. Los habitantes de Umbra no podían creer lo que veían. Nunca habían visto tal cosa antes, pero sabían que era algo especial e importante.
Se acercaron al niño con curiosidad y le preguntaron sobre la linterna mágica. El niño les explicó cómo funcionaba la linterna y cómo podía crear diferentes formas e imágenes con ella.
Les mostró cómo podía cambiar los colores y hacer que la luz parpadeara como si fuera fuegos artificiales. Los habitantes de Umbra quedaron impresionados por las habilidades del niño con la linterna mágica y le pidieron ayuda para aprender a usarla también.
El niño aceptó encantado enseñándoles todo lo que sabía sobre la linterna. Juntos, exploraron Umbra con la linterna mágica. Los habitantes de Umbra descubrieron cosas nuevas y emocionantes que nunca habían visto antes. La luz brillante les permitió ver su mundo de una manera completamente nueva.
El niño también aprendió mucho de los habitantes de Umbra sobre cómo vivían en la oscuridad y cómo se movían sin luz.
Se dio cuenta de lo importante que era para ellos tener habilidades especiales para sobrevivir en un mundo oscuro. Después de pasar tiempo juntos, el niño decidió regresar a su mundo humano. Antes de irse, dejó la linterna mágica como regalo para los habitantes de Umbra.
Les dijo que podrían usarla siempre que quisieran explorar su mundo y encontrar nuevas aventuras. Los habitantes de Umbra estaban muy felices por este increíble regalo y agradecieron al niño por compartir su conocimiento y amistad con ellos.
Desde ese día en adelante, usaron la linterna mágica para iluminar sus vidas y hacer más fácil su camino en el oscuro mundo en el que vivían. Y así termina nuestra historia sobre un encuentro inesperado entre dos mundos diferentes, donde cada uno pudo aprender algo valioso del otro.
FIN.