La lista de sueños felices

Había una vez en un lejano pueblo llamado Dulce Sueño, dos amigos muy especiales llamados Salvi y Esme. Salvi era un osito de peluche muy valiente y Esme era una hermosa muñeca de porcelana.

Juntos vivían grandes aventuras en la habitación de la pequeña Sofi, su dueña. Una noche, Salvi y Esme estaban teniendo problemas para conciliar el sueño. Habían intentado contar ovejitas, tomar agua tibia e incluso leer un cuento, pero nada parecía funcionar.

Estaban tan inquietos que no paraban de dar vueltas en la cama. "Esme, ¿por qué crees que no podemos dormir esta noche?" preguntó Salvi con preocupación. "No lo sé, Salvi.

Tal vez estamos demasiado emocionados por la fiesta de cumpleaños de Sofi mañana", respondió Esme con tono pensativo.

De repente, se les ocurrió una idea brillante: ¡debían hacer una lista de cosas que los hacían felices para relajarse! Así que juntos empezaron a enumerar todo lo que los hacía sentir contentos: jugar con Sofi, ver las estrellas desde la ventana, escuchar música suave antes de dormir y abrazarse cuando tenían miedo.

Con cada ítem que agregaban a la lista, Salvi y Esme sentían cómo sus corazones se llenaban de alegría y tranquilidad. Poco a poco, sus ojos comenzaron a pesarles y sus cabezas se hundieron suavemente en las almohadas. "Creo que encontramos la solución perfecta para dormir mejor", susurró Esme con una sonrisa en su rostro.

"Sí, definitivamente pensar en cosas positivas nos ayuda a relajarnos", coincidió Salvi mientras cerraba lentamente los ojos. Y así fue como Salvi y Esme lograron finalmente conciliar el sueño aquella noche.

Soñaron con nuevas aventuras juntos y despertaron al día siguiente renovados y llenos de energía para disfrutar del cumpleaños de Sofi. Desde entonces, cada vez que tenían dificultades para dormir recordaban su lista de cosas felices y lograban descansar plácidamente.

Aprendieron juntos que enfocarse en lo bueno les permitía superar cualquier obstáculo y vivir cada día con optimismo y alegría. Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero la amistad entre Salvi y Esme continuará por siempre jamás.