La lista mágica de Matilda
Matilda se sentó en su escritorio con un lápiz y papel en mano. Estaba decidida a escribir la mejor lista de regalos que Papa Noel jamás hubiera recibido.
Pero en lugar de solo pedir juguetes, Matilda decidió hacer algo diferente. Primero, escribió: "Querido Papa Noel, este año quiero pedirte algo especial. En lugar de regalos para mí, me gustaría que traigas alegría y sonrisas a todos los niños del mundo".
Matilda sabía que muchos niños no tenían la misma suerte que ella. Algunos no tenían hogar ni familia; otros vivían en países donde la guerra y el hambre eran una triste realidad diaria. Luego pensó: "Pero también quiero ayudar a los animales".
Así que agregó: "También me gustaría pedirte que ayudes a los animales sin hogar y les des amor y protección". A medida que Matilda continuaba escribiendo su lista, se le ocurrió otra idea maravillosa.
Escribió: "Además, me encantaría aprender más sobre el mundo y las diferentes culturas. ¿Podrías llevarme de viaje por todo el mundo para conocer nuevas personas y lugares?". Matilda soñaba con conocer lugares exóticos como la Gran Muralla China o las pirámides de Egipto.
Quería aprender sobre las tradiciones navideñas en diferentes países y compartir sus propias tradiciones argentinas con personas de todo el mundo. Cuando terminó su lista, Matilda estaba emocionada por lo que había escrito.
Sabía que era algo especial, mucho más significativo que simplemente recibir juguetes nuevos. El día de Navidad, Matilda dejó su lista junto a las galletas y la leche para Papa Noel. Se fue a dormir con una sonrisa en el rostro, sabiendo que había hecho algo bueno.
Al despertar, corrió hacia el árbol de Navidad y encontró un sobre junto a sus regalos. Dentro del sobre, encontró una carta de Papa Noel que decía: "Querida Matilda, gracias por tu hermosa lista.
Estoy muy orgulloso de ti por pensar en los demás. Aunque no puedo llevarte de viaje por todo el mundo, te traigo un libro lleno de historias sobre diferentes culturas para que puedas aprender".
Matilda abrió el regalo emocionada y comenzó a leer las fascinantes historias mientras disfrutaba del espíritu navideño en compañía de su familia. A medida que pasaban los días, Matilda se dio cuenta de lo maravilloso que era ayudar a los demás y aprender sobre diferentes culturas.
Decidió compartir su libro con sus amigos y organizaron una pequeña feria cultural donde cada uno presentaba algo especial sobre su país. La alegría y la emoción se extendieron entre todos los niños mientras compartían sus tradiciones e historias únicas.
La magia navideña llenaba el aire y todos se sintieron conectados como una gran familia global. Desde aquel día, Matilda entendió que la verdadera magia de la Navidad estaba en dar amor y hacer felices a los demás.
Desde entonces, siempre buscaba maneras de ayudar a quienes más lo necesitaban y nunca olvidaría ese maravilloso regalo que recibió al escribir esa lista especial.
Y así, cada año, Matilda continuó escribiendo listas especiales para Papa Noel, siempre buscando formas de hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.