La lista mágica de Navidad


En una fría noche de diciembre, en un pequeño pueblo llamado Alegría, vivía una niña llamada Luna. Luna era muy curiosa y siempre estaba en busca de aventuras.

Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, se encontró con un duende travieso llamado Tristón. - ¡Hola Luna! ¿Qué haces por aquí tan sola? -preguntó Tristón con una sonrisa picarona. - Hola Tristón, solo estoy dando un paseo antes de Navidad.

¿Y tú qué haces por aquí? -respondió Luna intrigada. Tristón le contó a Luna que Papá Noel había perdido su lista de regalos y no sabía qué regalarle a cada niño del mundo.

Luna, emocionada ante la idea de ayudar a Papá Noel, decidió acompañar a Tristón en la búsqueda de la lista perdida. Durante días recorrieron bosques encantados, montañas nevadas y ríos cristalinos en busca de la lista mágica.

En su camino se encontraron con renos juguetones, hadas risueñas y hasta con el mismísimo Santa Claus que los guiaba con su risa contagiosa. Finalmente, después de muchas aventuras y momentos divertidos, Luna y Tristón lograron encontrar la lista perdida escondida en lo alto del árbol más grande del bosque.

Con gran emoción llevaron la lista a Papá Noel justo a tiempo para que pudiera repartir los regalos esa Navidad.

Papá Noel les dio las gracias a Luna y Tristón con un fuerte abrazo y les prometió que sus nombres estarían escritos en letras doradas en el libro de buenos amigos del Polo Norte. La alegría invadió sus corazones al saber que habían hecho feliz a miles de niños en todo el mundo.

Desde ese día, Luna supo que la verdadera magia de la Navidad estaba en ayudar a los demás y compartir momentos especiales con aquellos que amamos.

Y así fue como cada año, junto a Tristón y Papá Noel, seguían repartiendo amor y felicidad en cada rincón del planeta. Y colorín colorado este cuento navideño ha terminado. ¡Feliz Navidad para todos!

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