La Llorona y el lago de los deseos



Había una vez, en un pequeño pueblo a orillas de un lago, vivía una misteriosa mujer conocida como la Llorona. La gente del pueblo contaba historias de cómo lloraba por las noches, lamentando la pérdida de sus sueños no cumplidos.

La Llorona era solitaria y triste, y su llanto resonaba por todo el valle. Los niños del pueblo tenían miedo de acercarse a ella, temiendo que su tristeza los contagiara.

Un día, una niña valiente llamada Ana decidió enfrentar su miedo y conocer a la Llorona. '-Hola, Llorona, mi nombre es Ana.-', dijo la niña con voz temblorosa. La Llorona levantó la mirada, sorprendida de que alguien se acercara a ella. Juntas, Ana y la Llorona hablaron por horas.

La Llorona compartió su historia de sueños perdidos y Ana escuchó atentamente. Al final, Ana le preguntó: '-Llorona, ¿qué te haría feliz? -. La Llorona suspiró y dijo: '-Nunca pensé en eso...

Mi tristeza ha ocupado tanto espacio que no dejé lugar para la felicidad.-' Ana tuvo una idea brillante. '-Llorona, ven conmigo al lago de los deseos. Allí podrás pedir un deseo que te haga feliz.-'

Intrigada, la Llorona siguió a Ana hasta el lago, un lugar mágico donde se decía que los deseos se volvían realidad. Al llegar, la Llorona cerró los ojos y pidió su deseo con todo su corazón. En ese momento, el agua del lago brilló intensamente, y la Llorona sintió una paz que nunca había experimentado.

Al abrir los ojos, se dio cuenta de que su tristeza se había desvanecido. La Llorona se transformó en una mujer radiante, llena de esperanza y nuevos sueños.

Desde ese día, ayudó a otros a encontrar la felicidad y nunca más se escuchó su llanto en el valle. Y Ana aprendió que, a veces, un simple gesto de bondad puede cambiar la vida de alguien para siempre.

FIN.

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