La lluvia no es un obstáculo


Era un día de primavera en la Escuela Integral 5 y los alumnos estaban emocionados por tener su recreo al aire libre. Pero de repente, el cielo se oscureció y comenzó a llover fuertemente.

Los niños se quedaron paralizados sin saber qué hacer. Algunos corrieron hacia el techo para resguardarse, mientras que otros intentaron refugiarse debajo de los árboles. Sin embargo, todos estaban empapados y desanimados.

En ese momento apareció la maestra Ana, quien con una sonrisa en el rostro les dijo: "¡Chicos! ¿Qué pasa? ¡La lluvia no debería arruinar nuestro recreo!". Los niños miraron a su maestra sin entender cómo podían disfrutar del recreo bajo la lluvia.

"Pero maestra Ana, estamos mojados y hace frío", dijo uno de los alumnos. "No importa", respondió ella. "Podemos encontrar formas creativas de divertirnos". Y así fue como comenzó la aventura bajo la lluvia en la Escuela Integral 5.

Los niños jugaron al fútbol en el barro, saltaron charcos gigantes e incluso hicieron carreras de caracoles por las hojas mojadas del patio. Mientras tanto, la maestra Ana les enseñaba sobre cómo aprovechar cada situación para descubrir nuevas oportunidades y aprender cosas nuevas.

"A veces las cosas no salen como esperamos", decía ella. "Pero eso no significa que tengamos que rendirnos o dejar que nos arruine el día". Al final del recreo, los niños regresaron al salón llenos de alegría y energía.

Habían aprendido que incluso en los días más grises, siempre hay espacio para la diversión y el aprendizaje.

Desde ese día, cada vez que llovía durante el recreo en la Escuela Integral 5, los niños se emocionaban por la oportunidad de jugar bajo la lluvia y aprender nuevas cosas junto con su maestra Ana.

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