La lonchera y la mochila de Dianella
Había una vez una niña llamada Dianella que estaba muy emocionada porque pronto comenzaría a ir al jardín de infancia. No podía esperar para hacer nuevos amigos, aprender cosas nuevas y jugar todo el día.
Pero había un pequeño problema: Dianella no tenía una lonchera ni una mochila para llevar sus cosas. Dianella le comentó a su mamá lo que necesitaba y, como siempre, su mamá encontró la manera de solucionarlo.
Un día, después de la escuela, Dianella llegó a casa y encontró sobre la mesa una caja envuelta en papel de regalo colorido. - ¡Mamá! ¿Qué es esto? - preguntó emocionada mientras abría rápidamente el regalo.
Dentro de la caja, Dianella encontró una hermosa lonchera con dibujos de sus personajes favoritos y una mochila del mismo diseño. Sus ojos se iluminaron de alegría al verlos.
- ¡Oh mamá! ¡Son perfectos! Ahora podré llevar mi almuerzo y mis juguetes al jardín - exclamó Dianella saltando de felicidad. Su mamá sonrió orgullosa y le dijo:- Querida Dianella, sé que estás emocionada por ir al jardín de infancia. Estas son las herramientas que necesitas para aprovechar al máximo esta nueva experiencia.
Recuerda siempre ser amable con tus compañeros, compartir tus juguetes y escuchar a tu maestra. El jardín es un lugar donde aprenderás muchas cosas interesantes pero también es importante divertirse y hacer amigos.
Dianella asintió con entusiasmo y prometió seguir los consejos de su mamá. Al día siguiente, llevó su nueva lonchera y mochila al jardín de infancia y no podía contener la emoción por mostrárselos a sus nuevos amigos.
Cuando llegó al jardín, Dianella se encontró con un grupo de niños que estaban jugando en el patio. Se acercó a ellos tímidamente y les mostró su lonchera y mochila. - ¡Miren lo que tengo! - exclamó Dianella emocionada.
Los demás niños miraron asombrados las coloridas ilustraciones en la lonchera y la mochila. - ¡Son geniales! - dijo uno de los niños llamado Tomás. - ¿Podemos ver qué tienes dentro? - preguntó Sofía, otra niña del grupo.
Dianella abrió la lonchera para mostrarles su almuerzo preparado por su mamá: una rica ensalada de frutas, un sándwich de jamón y queso, y una botellita de agua fresca. Todos los niños quedaron impresionados por lo delicioso que lucía todo.
Desde ese día, Dianella se convirtió en el centro de atención durante la hora del almuerzo. Los demás niños siempre esperaban ansiosos para ver qué había traído en su lonchera cada día. A veces compartía sus snacks favoritos con sus nuevos amigos e incluso intercambiaba juguetes durante el recreo.
Poco a poco, Dianella fue haciendo más amigos en el jardín de infancia gracias a su amabilidad y generosidad. Juntos aprendieron nuevas canciones, colores, números y muchas cosas más.
Dianella se sentía feliz y agradecida por tener una mamá tan atenta que le había comprado la lonchera y la mochila perfectas. Y así, Dianella aprendió que las cosas materiales pueden traer alegría, pero lo más importante es cómo las compartimos con los demás.
Su lonchera y mochila se convirtieron en símbolos de amistad y generosidad en el jardín de infancia, recordándole a todos que siempre es mejor compartir y ser amables con los demás.
Desde aquel día, Dianella siguió llevando su deliciosa comida en su lonchera especial mientras disfrutaba de divertidos juegos con sus amigos. Y cada vez que miraba su mochila llena de juguetes, recordaba la importancia de compartir y ser un buen amigo.
FIN.