La lucha en el cerro de Aypate

Cleo y Marie se encontraban aburridas en casa, así que decidieron ir a explorar el cerro de Aypate. Empacaron algunas cosas importantes como agua, comida y linternas, ya que sabían que podrían quedarse hasta tarde.

Cuando llegaron al cerro, comenzaron a subirlo con mucha emoción. Después de unas horas caminando, escucharon un rugido muy fuerte. Al principio pensaron que era su estómago gruñendo por el hambre, pero después se dieron cuenta de que era algo más grande.

De repente, aparecieron dos leones feroces frente a ellas. Cleo y Marie comenzaron a correr para escapar, pero los leones eran mucho más rápidos. Finalmente las alcanzaron y las acorralaron contra una roca.

-¡Tenemos que hacer algo! -dijo Cleo preocupada. -¡Sí! ¿Pero qué? -preguntó Marie asustada. En ese momento recordaron lo que habían aprendido sobre cómo actuar ante animales peligrosos: debían hacerse grandes y ruidosas para intimidarlos.

Así que juntas levantaron sus brazos hacia arriba y gritaron tan fuerte como pudieron. Para su sorpresa, los leones retrocedieron unos pasos. Pero no fue suficiente para detenerlos. Los animales saltaron hacia ellas con sus garras afiladas listas para atacar.

Cleo tomó una rama gruesa del suelo mientras Marie agarraba un palo largo cercano. Con valentía enfrentándose a los leones empezó la lucha cuerpo a cuerpo entre las chicas y los felinos salvajes. Los leones eran poderosos, pero Cleo y Marie lucharon con todas sus fuerzas.

Finalmente, después de horas de pelear, los leones se retiraron heridos y derrotados. Cleo y Marie se abrazaron emocionadas por haber vencido a los grandes depredadores. -¡Lo logramos! -exclamó Marie. -¡Sí! ¡Somos invencibles juntas! -respondió Cleo sonriendo.

Después de la gran aventura, las dos amigas bajaron del cerro con una gran sensación de orgullo y felicidad por lo que habían logrado.

Aprendieron que nunca deben subestimarse a sí mismas y siempre estar listas para enfrentar cualquier desafío con valentía.