La lucha feminista


Carla era una niña muy curiosa, siempre preguntaba por qué las cosas eran de cierta manera y no de otra. Un día, mientras jugaba con sus amigas en el parque, se dio cuenta de algo que le molestó mucho.

-¿Por qué los niños siempre juegan a la pelota y nosotras tenemos que jugar a las muñecas? -preguntó Carla molesta. -Si no te gusta jugar a las muñecas, podemos hacer otra cosa -dijo una de sus amigas tratando de calmarla.

-No es eso lo que me molesta. Es que los niños pueden elegir lo que quieren hacer y nosotras tenemos que hacer lo que se supone que debemos hacer por ser niñas -respondió Carla con un tono tajante.

Sus amigas se quedaron calladas sin saber qué decir. Pero Carla no podía dejar esa sensación incómoda en su pecho. Decidió hablar con su mamá al respecto.

-Mamá, ¿por qué hay cosas que son solo para niños o solo para niñas? -preguntó Carla sentándose a su lado en el sofá. -Bueno hija, eso es porque hay estereotipos de género.

La sociedad ha decidido qué actividades son apropiadas para cada género y muchas veces eso limita nuestras opciones -explicó su mamá con ternura. -¡Eso es injusto! Yo quiero poder elegir lo que hago sin importar si soy niña o niño -exclamó Carla levantando los brazos en señal de protesta.

Su mamá sonrió orgullosamente ante la determinación de su hija y decidió ayudarla a encontrar más información sobre el tema. Juntas buscaron en internet y descubrieron el feminismo. -El feminismo es un movimiento que busca la igualdad entre hombres y mujeres.

Quiere decir que no importa si eres hombre o mujer, todos deben tener los mismos derechos y oportunidades -le explicó su mamá con una sonrisa. Carla se sintió inspirada por esta idea y decidió compartirlo con sus amigas en el parque.

Al principio, ellas no entendieron muy bien de qué se trataba todo esto del feminismo, pero Carla les explicó pacientemente lo que había aprendido. -Podemos jugar a lo que queramos sin importar si somos niñas o niños.

Podemos ser astronautas, científicas, artistas o futbolistas si así lo deseamos -dijo Carla con determinación.

Poco a poco, las amigas de Carla comenzaron a entender la importancia de la igualdad entre géneros y juntas decidieron formar un club para luchar contra los estereotipos de género en su escuela y comunidad. La historia de Carla es una muestra del poder transformador del conocimiento y la determinación. Siempre habrá obstáculos en nuestro camino hacia la igualdad, pero cuando nos unimos como equipo podemos lograr grandes cosas.

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