La Luna y los astros mágicos de Tierrita



Había una vez en un lugar no tan lejano, un planeta llamado Tierrita. Tierrita era un planeta muy especial, lleno de vida y colores, pero últimamente se encontraba triste y desanimado.

Las plantas ya no crecían con la misma alegría, los animales parecían estar más apagados y hasta el sol brillaba con menos intensidad. Todos en Tierrita notaban este cambio y estaban preocupados por su querido planeta.

Un día, la pequeña Luna que siempre iluminaba las noches estrelladas de Tierrita, decidió hacer algo al respecto. Se reunió con sus amigos los astros del universo para buscar una solución a la tristeza que invadía a su hogar.

"Amigos míos, necesitamos encontrar la forma de devolverle la alegría a Tierrita. ¡No podemos permitir que siga así!" exclamó la Luna con determinación. Los astros pensaron y pensaron hasta que finalmente el Sol tuvo una brillante idea. "Creo que sé cómo ayudar a Tierrita.

Debemos recordarle lo hermosa y valiosa que es, pero necesitaremos la ayuda de todos para lograrlo. "Así fue como los astros se pusieron manos a la obra.

Las estrellas empezaron a brillar con más fuerza que nunca para iluminar el cielo nocturno de Tierrita. Los cometas dibujaron figuras en el espacio para entretener a los habitantes del planeta y el Sol envió rayos de luz cálida para acariciar su superficie. Poco a poco, Tierrita comenzó a sentirse mejor.

Las flores volvieron a brotar con vivos colores, los animales recuperaron su vitalidad y hasta el mar parecía bailar al ritmo de las olas.

La Luna sonreía al ver cómo su plan había dado resultado y todos en Tierrita le estaban eternamente agradecidos por devolverles la felicidad perdida. Desde ese día, cada noche las estrellas seguían brillando con fuerza en honor a Tierrita y recordándole lo especial que era.

Y así, gracias al amor y cuidado de sus habitantes y amigos del universo, Tierrita siguió siendo un lugar lleno de vida, color y alegría para siempre jamás.

FIN.

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