La Luz de Luna
Había una vez en el cielo nocturno una luna muy especial llamada Bella Luna. Bella Luna era la más brillante y hermosa de todas las lunas, y cada noche iluminaba el mundo con su luz plateada.
Los animales del bosque, los pájaros y hasta los insectos admiraban su resplandor. Un día, mientras Bella Luna brillaba en lo alto del cielo, una nube oscura se acercó rápidamente hacia ella.
La nube se burlaba de Bella Luna, diciéndole que no era tan importante como creía y que pronto la cubriría por completo para que nadie pudiera ver su luz. Bella Luna sintió miedo por primera vez en mucho tiempo. No sabía qué hacer ante aquella amenaza.
Pero entonces recordó algo importante: dentro de ella misma había un poder especial que la hacía única y fuerte. Decidió enfrentarse a la nube oscura con valentía, sin dejarse intimidar por sus palabras hirientes.
"No importa lo grande que seas, yo tengo mi propia luz que nunca podrás apagar", le dijo Bella Luna a la nube. La nube intentó cubrir a Bella Luna con toda su fuerza, pero cuanto más lo intentaba, más fuerte brillaba ella.
Su luz plateada atravesaba las sombras de la nube y llegaba a todos los rincones del mundo. Los animales del bosque miraban maravillados aquel espectáculo celestial. "¡Bella Luna es increíble! ¡Es tan valiente y poderosa!", comentaban entre ellos.
Finalmente, la nube oscura se dio por vencida y se alejó lentamente. Bella Luna seguía allí en lo alto del cielo, más radiante que nunca.
Había demostrado que no importa cuántas dificultades o desafíos se presenten en el camino; siempre podemos encontrar la fuerza dentro de nosotros mismos para superarlos. Desde aquel día, Bella Luna siguió iluminando las noches con orgullo y confianza en sí misma.
Y cada vez que veía una nube acercarse, recordaba que su luz era más poderosa que cualquier sombra que intentara opacarla. Y así fue como Bella Luna enseñó al mundo entero una gran lección: nunca subestimes tu propia luz interior, porque es capaz de brillar incluso en los momentos más oscuros.
FIN.