La luz del amor y la amistad

Hace mucho, mucho tiempo, en un lugar lejano y misterioso, existía un mundo cubierto por la oscuridad. En ese lugar habitaba una pequeña estrella llamada Estrellita, que anhelaba con todo su ser llenar de luz aquel mundo sombrío.

Un día, Estrellita decidió emprender un viaje hacia lo desconocido en busca de respuestas. Por el camino se encontró con Luna, una amable luna llena que iluminaba el cielo con su resplandor plateado.

Juntas iniciaron un camino lleno de aventuras y desafíos. "¿Hacia dónde nos dirigimos?" -preguntó Estrellita con curiosidad. "Hacia el origen del mundo", respondió Luna con sabiduría. "Allí descubriremos el secreto para traer la luz a este lugar".

Así, las dos compañeras siguieron su travesía enfrentando obstáculos como tormentas de meteoritos y nebulosas oscuras que intentaban detenerlas. Sin embargo, su determinación y valentía las guiaban en cada paso.

Finalmente llegaron a un inmenso portal custodiado por Sol, una estrella radiante cuyo brillo era tan intenso que casi cegaba la vista. "¿Qué hacen aquí?", preguntó Sol con voz potente. "Venimos en busca del origen del mundo", respondió Luna con humildad. Sol las observó detenidamente y sonrió comprensivo.

"El origen del mundo está dentro de ustedes", dijo Sol enigmático. "La luz que buscan proviene de su propia esencia". Estrellita y Luna se miraron sorprendidas, sin comprender del todo las palabras de Sol.

Pero entonces recordaron todas las experiencias vividas juntas, la amistad forjada en la adversidad y el amor compartido en cada momento. Fue entonces cuando entendieron: la luz no provenía de afuera, sino que surgía desde lo más profundo de sus corazones al estar unidas y ser fieles a sí mismas.

Conscientes ahora del poder que tenían en su interior, Estrellita y Luna regresaron al mundo oscuro decididas a iluminarlo con su propia luz.

Y así lo hicieron: cada noche brillaban juntas en el cielo nocturno, recordándole a todos que la verdadera luz nace del amor y la amistad sincera.

Y desde aquel día, el mundo nunca volvió a ser tan oscuro; porque Estrellita y Luna habían descubierto que el origen del universo estaba dentro de ellas mismas, irradiando esperanza y alegría a todos los rincones del cosmos.