La Luz del Ángel

Había una vez en un pequeño pueblo llamado Esperanza, donde vivían muchos niños y niñas muy curiosos y aventureros. Entre ellos se encontraban Juanito y Sofía, dos amigos inseparables que siempre estaban buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras jugaban en el parque, vieron una luz brillante que provenía del cielo. Quedaron asombrados al ver cómo esa luz se acercaba cada vez más hasta convertirse en un hermoso ángel.

El ángel les habló con dulzura:-¡Hola Juanito y Sofía! ¿Cómo están? Soy Gabriel, enviado por Dios para contarles algo muy importante. Los niños no podían creer lo que veían sus ojos.

Se miraron entre sí con emoción y respondieron al ángel:-¡Hola Gabriel! Estamos bien, pero ¿qué es lo que tienes para decirnos? El ángel sonrió y les dijo:-Dios me ha enviado para contarles sobre su amor por la humanidad.

Él ama tanto a todas las personas que decidió enviar a su único hijo Jesús para salvarlas y redimirlas. Juanito y Sofía escucharon atentamente las palabras del ángel. Su corazón se llenó de alegría al saber que Dios los amaba tanto. -¿Dónde podemos encontrar a Jesús? -preguntó Sofía emocionada.

Gabriel explicó que Jesús nacería como un bebé en Belén y los invitó a ir allí para conocerlo. Sin pensarlo dos veces, los niños decidieron emprender ese viaje mágico hacia Belén para encontrarse con el Salvador del mundo.

Durante el camino, tuvieron que sortear muchos obstáculos y desafíos, pero siempre se apoyaron mutuamente y nunca perdieron la esperanza. Finalmente, llegaron a Belén y encontraron a Jesús en un humilde pesebre rodeado de animales. Se acercaron con delicadeza y lo miraron con asombro. -¡Hola Jesús! -dijo Juanito-.

Hemos venido para conocerte. Gabriel nos contó que Dios te ha enviado para salvarnos. Jesús sonrió tiernamente y les dijo:-Sí, es cierto.

Mi Padre me envió porque me ama mucho y quiere que todos ustedes puedan tener vida eterna junto a Él. Juanito y Sofía sintieron una paz indescriptible al estar cerca de Jesús. Sabían que habían encontrado al verdadero Salvador del mundo.

A medida que crecieron, los niños compartieron el mensaje de amor de Jesús con todas las personas que conocían. Muchas vidas fueron transformadas gracias a su testimonio valiente y sincero.

Con el tiempo, Juanito se convirtió en un pastor muy querido por su comunidad, mientras que Sofía se dedicó a ayudar a los más necesitados como médica. Ambos siguieron amando a Jesús con todo su corazón y recordando siempre el sacrificio tan grande que hizo por ellos. Y así, la historia de Juanito y Sofía se convirtió en una inspiración para muchas personas.

Su amor incondicional hacia Dios y hacia los demás demostraba cómo el mensaje de salvación podía cambiar vidas para siempre.

Desde aquel día en el parque hasta el final de sus días, Juanito y Sofía supieron vivir conforme al versículo de la Biblia: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna" (Juan 3: 16).

Y así, el amor de Dios y la historia de Jesús continuaron siendo contadas por generaciones venideras, recordando siempre el gran sacrificio hecho por nuestro Salvador.