La Luz del Camino


Era una noche de verano y el cielo estaba despejado. Salí al jardín para tomar un poco de aire fresco antes de ir a dormir. Mientras caminaba, noté que la luna brillaba con intensidad.

Era tan hermosa que no pude evitar quedarme mirándola durante unos minutos. De repente, escuché un ruido detrás de mí. Me di vuelta y vi a una pequeña luciérnaga acercándose a mí.

"Hola"  -dijo la luciérnaga"¿Qué haces afuera tan tarde?""Solo estaba admirando la luna", respondí. La luciérnaga se posó en mi mano y me dijo: "La luna es mágica ¿sabes? Siempre nos guía en las noches oscuras". "¿En serio?" pregunté sorprendido.

"Sí, claro", dijo la luciérnaga mientras volaba alrededor mío "Y si prestas atención, siempre te mostrará el camino correcto". Me quedé pensando en lo que me había dicho la luciérnaga mientras seguía caminando por el jardín. De repente, vi algo extraño moviéndose entre los arbustos.

Me acerqué lentamente y descubrí que era una mariposa atrapada en una telaraña. Intentó liberarse pero estaba demasiado débil para hacerlo. "Oye amiguita ¿estás bien?" le pregunté preocupado.

La mariposa me miró con tristeza y dijo: "No puedo escapar de esta telaraña". Miré hacia arriba y vi que la araña había tejido una telaraña gigante que cubría todo el árbol. Era imposible para la mariposa escapar por sí sola. "No te preocupes, yo te ayudaré" dije decidido.

Con cuidado, tomé la mariposa y empecé a desenredarla de la telaraña. Fue un trabajo difícil pero finalmente logré liberarla. La mariposa se posó en mi mano y me dijo: "Gracias por salvarme".

"No hay problema", respondí sonriendo "Me alegra haber podido ayudarte". De repente, escuchamos un ruido detrás de nosotros. Era la luciérnaga que había vuelto. "¿Qué está pasando aquí?" preguntó curiosa.

Le contamos lo sucedido y ella nos dijo: "Eso es lo que significa seguir el camino correcto. Ayudar a los demás cuando lo necesitan". "Tienes razón" asentí "Nunca sabes cuándo puedes hacer una gran diferencia en la vida de alguien más".

La luciérnaga voló alrededor nuestro mientras decía: "Y siempre recuerda, como dice mi abuela: "La luna siempre brilla en las noches oscuras"". Sonreímos mientras mirábamos hacia arriba y veíamos cómo la luna brillaba intensamente en el cielo nocturno.

A partir de ese momento, entendimos que debemos estar atentos a las señales del universo para tomar las decisiones correctas y ser buenos con los demás.

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