La luz del faro
En un soleado día de verano, Jonny y sus amigos Mariah, Shaniqua, Tyrone y Taylor decidieron ir a la playa sin permiso de sus padres.
Estaban tan emocionados por la aventura que no pensaron en cómo regresarían a la ciudad. Mientras jugaban en la arena y disfrutaban del mar, el sol comenzó a ponerse lentamente en el horizonte.
Fue entonces cuando se dieron cuenta de que se les había hecho muy tarde y no tenían idea de cómo volver a casa. - ¡Chicos, ¿cómo vamos a regresar a Springfield? No quiero meterme en problemas con mis padres! - exclamó Jonny preocupado. - Tranquilo Jonny, seguro encontraremos una forma de volver.
No podemos quedarnos aquí toda la noche - dijo Mariah tratando de calmarlo. Decidieron caminar por la costa para intentar encontrar alguna pista que los guiara de regreso a casa. Mientras tanto, el cielo se oscurecía y las estrellas comenzaban a brillar en lo alto.
De repente, vieron una luz brillante a lo lejos. Se acercaron con cautela y descubrieron que era un faro solitario en lo alto de un acantilado.
- ¡Quizás desde ahí arriba podamos ver el camino de vuelta a casa! - exclamó Shaniqua emocionada. Subieron al faro con esfuerzo y al llegar arriba contemplaron las luces parpadeantes que señalaban diferentes direcciones.
- Creo que esa luz allá indica el camino hacia Springfield ¡Vamos allá! - dijo Tyrone señalando hacia el este. Caminaron siguiendo las luces del faro hasta que finalmente reconocieron los edificios familiares de su ciudad natal. Estaban agotados pero felices de haber encontrado el camino de regreso.
Al llegar a casa, fueron recibidos por sus preocupados padres quienes les dieron un sermón sobre la importancia de pedir permiso antes de salir lejos. Aunque estaban asustados al principio, entendieron que siempre hay consecuencias cuando se desobedece.
Desde ese día, Jonny y sus amigos aprendieron una valiosa lección: la importancia de comunicarse con sus padres y planificar adecuadamente antes de embarcarse en cualquier aventura. Y aunque aquella noche fue emocionante e inolvidable, prometieron nunca más repetir una travesura así sin permiso.
FIN.