La luz en la oscuridad


Había una vez un niño llamado Pablito, quien tenía mucho miedo a la oscuridad.

Cada noche, cuando llegaba la hora de dormir, Pablito se metía debajo de las sábanas y cerraba los ojos bien fuerte, temiendo que monstruos horribles aparecieran en su habitación. Sus padres estaban preocupados por el miedo de Pablito y querían ayudarlo a superarlo. Un día decidieron regalarle un libro titulado "Juanito el valiente".

Era un cuento sobre un niño muy valiente que enfrentaba sus miedos y lograba vencerlos. Pablito abrió el libro emocionado y comenzó a leer la historia de Juanito. En ella, Juanito vivía en un pueblo rodeado de montañas altas y oscuras.

Todos los niños del pueblo tenían miedo de acercarse a ellas porque creían que había monstruos escondidos allí. Pero Juanito era diferente. Él no tenía miedo y decidió explorar las montañas para demostrarles a todos que no había nada malo allí.

Con su linterna en mano, se adentró en la oscuridad sin titubear. Mientras leía esta parte del cuento, Pablito imaginaba ser como Juanito: valiente y decidido a enfrentar sus propios miedos. Le encantaba cómo Juanito no dejaba que el temor lo detuviera.

A medida que avanzaba la historia, Juanito encontró varias criaturas extrañas en las montañas: murciélagos voladores, búhos sabios e incluso una araña gigante.

Pero él no les tuvo miedo; en cambio, les habló y descubrió que no eran monstruos malvados, sino seres amigables. Pablito se sorprendió al leer esto. ¿Podría ser que los monstruos debajo de su cama también fueran criaturas inofensivas? Siguió leyendo con más interés.

Finalmente, Juanito llegó a la cima de la montaña más alta y encontró un tesoro escondido. Era una caja llena de valentía y coraje. Juanito entendió que todos tenemos miedos, pero lo importante es enfrentarlos y descubrir que no son tan terribles como parecen.

Al terminar el cuento, Pablito sintió algo dentro de sí mismo. Se dio cuenta de que también tenía una caja llena de valentía esperando ser abierta. Decidió dar un paso adelante y enfrentar sus miedos.

Esa noche, cuando llegó la hora de dormir, Pablito cerró el libro y apagó la luz. En lugar de esconderse bajo las sábanas temeroso, decidió encender una pequeña lámpara en su habitación para iluminarla un poco.

"- Mamá, papá " llamó desde su cama "- Hoy quiero dormir sin tener miedo". Sus padres se acercaron alegres y orgullosos del valor que estaba mostrando Pablito. Le dieron un beso en la frente antes de despedirse por la noche.

Con cada noche que pasaba, Pablito fue perdiendo el miedo a la oscuridad. Aprendió a verla como algo normal y tranquilo en lugar de algo espantoso lleno de monstruos. Poco a poco, Pablito se convirtió en un niño valiente como Juanito.

Ya no necesitaba la lámpara para dormir y comenzó a disfrutar de las noches tranquilas y oscuras. El cuento de "Juanito el valiente" le había enseñado a Pablito que los miedos solo son obstáculos que podemos superar si nos atrevemos a enfrentarlos.

Ahora, cada noche antes de dormir, cerraba los ojos y sonreía sabiendo que él también era un niño valiente.

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