La Madrastra y el Secreto de la Amistad
En un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía una niña llamada Sofía. Su vida era tranquila hasta que su padre se volvió a casar y llegó a su hogar Clara, su nueva madrastra. Sofía miraba a Clara con desconfianza; su rostro parecía siempre triste y, por primera vez, se sentía sola en el hogar que antes había sido tan cálido.
Un día, mientras Sofía jugaba a las muñecas en el jardín, escuchó un susurro. "Sofía, ven aquí"- dijo una voz suave. Era Clara, que la miraba desde la ventana de la cocina. Sofía se acercó con recelo.
Clara, con una sonrisa, le dijo: "¿Quieres que te enseñe a hacer galletas?"- Sofía dudó. ¿Las galletas podrían hacer que la convivencia fuera mejor?"No, prefiero jugar sola"- contestó, apartándose.
Con el tiempo, Clara seguía intentando acercarse a Sofía, pero cada vez que le proponía hacer algo juntas, la niña se escabullía. Sofía sentía que Clara estaba allí solo porque era su deber, no porque realmente quisiera ser su amiga.
Una tarde, Clara encontró una caja llena de dibujos y manualidades de Sofía. Al instante, una idea brillante se le ocurrió. Al día siguiente, organizó un taller de arte en el jardín y, al llegar Sofía, exclamó emocionada: "Mirá lo que hice para vos, un mural lleno de colores. Vamos a decorarlo juntas"-.
Sofía, intrigada por la idea, se sintió atraída por un mundo nuevo de colores y formas. Pero aún había recelo. "No sé si puedo..."- murmuró. "Claro que podés, sólo divirtiéndonos y dejando que la imaginación vuele, se logra"- le respondió Clara.
Al principio, Sofía se sintió un poco tensa, pero al ver la dedicación de Clara, decidió dejar atrás sus miedos. Con cada trazo, cada risa y cada galleta que horneaban juntas, se fueron conociendo mejor. Sofía dejó que su corazón se abriera y descubrió que Clara era amable, divertida y que las parecía quererla.
Finalmente, el día del mural llegó. Sofía, ahora llena de risas y colores, miró a Clara y le dijo: "Gracias por ser mi amiga, madrastra"-. Clara sonrió, y en ese momento, ambas supieron que habían encontrado algo especial entre ellas. Así, la tristeza de Clara desapareció, y hogar volvió a ser cálido.
La intención del autor es mostrar que, a menudo, lo desconocido puede traer miedo, pero con un poco de apertura y amistad, se puede crear un hermoso vínculo. La idea principal refleja la importancia de la empatía y la comunicación en la relación entre una madrastra y una hijastra. La historia se narra en un tono reflexivo, en un ambiente luminoso que fomenta un cambio positivo en los personajes.
FIN.