La madre ingeniosa y la granja del hombre rico



Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, una mujer llamada Abenja Campo. Abenja era viuda y tenía dos hijos pequeños, Tomás y Sofía.

Vivían en una humilde casa de campo rodeada de alambres que su esposo había colocado para proteger el terreno. Un día, mientras Abenja estaba arreglando la valla del jardín, se dio cuenta de que uno de los alambres estaba roto.

Preocupada por la seguridad de sus hijos y animales, decidió arreglarlo lo antes posible. Abenja sabía que no podía permitirse comprar más alambre, así que decidió buscar algo que pudiera usar para reemplazarlo.

Después de pensar durante un rato largo, recordó que tenía algunas ramas fuertes de árboles secos guardados en el cobertizo. Con mucho esfuerzo y dedicación, Abenja logró trenzar las ramas hasta formar un nuevo alambre improvisado.

Cuando terminó su trabajo sintió una gran satisfacción personal porque había encontrado una solución creativa a su problema sin tener que gastar dinero extra. Tomás y Sofía estaban sorprendidos por el ingenio de su madre y le preguntaron cómo lo hizo. "Mamá siempre encuentra una manera", respondió con orgullo Abenja.

A partir de ese momento los niños comenzaron a ver a su madre con otros ojos: como alguien valiente e inteligente capaz de resolver cualquier desafío. Además aprendieron la importancia del reciclaje y cómo cuidar los recursos naturales para ser más sostenibles. Pero la historia no termina ahí...

Un día llegó un hombre rico al pueblo buscando alguien que pudiera arreglar los alambres de su granja. Abenja se ofreció para hacer el trabajo y, gracias a su habilidad e ingenio, logró ahorrarle mucho dinero al hombre.

Agradecido por su ayuda, el hombre le ofreció a Abenja un trabajo en su granja con un salario justo y beneficios para ella y sus hijos.

Desde ese día la familia Campo vivió más cómodamente y feliz gracias a la perseverancia y creatividad de Abenja. Y así termina esta historia inspiradora que nos enseña que los problemas pueden ser solucionados con ingenio, dedicación y esfuerzo. Nunca subestimes tu capacidad de resolver cualquier desafío si te lo propones.

FIN.

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