La Madre Naturaleza Viva



Había una vez en un hermoso bosque donde habitaban diversos animales, árboles frondosos y ríos cristalinos, la Madre Naturaleza viva. Ella era la responsable de cuidar y mantener el equilibrio de todo lo que la rodeaba. Un día, la Madre Naturaleza notó que algo no estaba bien en su hogar. Los árboles estaban marchitos, los animales se veían tristes y el río estaba contaminado. Preocupada, decidió emprender un viaje en busca de ayuda para sanar su amado bosque.

Durante su viaje, se encontró con la Astuta Zorra, quien le dijo: "Yo te ayudaré, Madre Naturaleza, pero a cambio necesito que me des un lugar donde refugiarme". La Madre Naturaleza aceptó la propuesta de la Zorra y juntas siguieron su camino. Luego, se toparon con el Sabio Búho, quien le aseguró: "Yo conozco la solución para sanar tu bosque, pero primero necesito que me otorgues un lugar seguro para anidar". Sin dudarlo, la Madre Naturaleza vio la sinceridad en los ojos del Búho y aceptó su petición.

Finalmente, la Madre Naturaleza llegó a la Morada del Sabio Viejo Árbol, quien le dijo: "Yo te proporcionaré la cura para tu bosque, pero necesito que me prometas proteger a mi generación futura para que puedan crecer y vivir en paz". La Madre Naturaleza, conmovida por las palabras del Viejo Árbol, le prometió cuidar de sus descendientes.

Con la ayuda de la Astuta Zorra, el Sabio Búho y el Viejo Árbol, la Madre Naturaleza logró sanar su bosque. Los árboles volvieron a florecer, los animales recuperaron su alegría y el río recuperó su pureza. A partir de entonces, la Madre Naturaleza comprendió que, para mantener su hogar en equilibrio, necesitaba la colaboración de todos los seres que lo habitaban.

Y así, la Madre Naturaleza viva continuó velando por la armonía de su bosque, enseñando a todos la importancia de cuidar y respetar nuestro entorno.

FIN.

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