La maestra Alim y los payasos guardianes



Había una vez en la ciudad de Villa Risueña, una maestra llamada Alim que enseñaba en la Escuela Primaria Arcoíris. Era muy querida por sus alumnos por ser divertida, cariñosa y siempre estar dispuesta a ayudar.

Un día, mientras Alim corregía los cuadernos de sus alumnos, recibió una extraña visita en su aula. Eran tres payasos que llevaban coloridas máscaras y ropa brillante.

La maestra se sorprendió al verlos entrar y preguntó curiosa:- ¡Hola! ¿En qué puedo ayudarlos? Los payasos se acercaron a ella y uno de ellos dijo con voz temblorosa:- ¡Maestra Alim! Necesitamos tu ayuda para hacer algo muy importante. Alim frunció el ceño, sin entender bien lo que pasaba.

Los payasos le explicaron que tenían un plan para robar un banco y necesitaban su inteligencia y valentía para lograrlo. La maestra Alim se quedó boquiabierta al escuchar aquello. Ella era una persona honesta y nunca había hecho nada ilegal en su vida.

Pero algo en la mirada de aquellos payasos la hizo dudar. Finalmente, decidió seguirlos para descubrir qué estaba pasando.

Los cuatro se dirigieron al Banco Risueño, un edificio imponente con puertas de acero y cámaras de seguridad por todas partes. Los payasos le entregaron a Alim una llave especial que abriría la puerta trasera del banco. - ¡Maestra Alim, confiamos en ti! -dijeron los payasos antes de comenzar con el plan.

Con manos temblorosas, la maestra giró la llave y abrió la puerta trasera del banco. Los payasos entraron rápidamente e hicieron sonar unas risas escandalosas que alertaron a todos dentro del banco. La gente comenzó a gritar y a correr asustada.

Alim sintió un nudo en el estómago al ver el caos que estaban causando, pero recordó las palabras de uno de los payasos: "A veces hay que hacer cosas inesperadas para lograr grandes cambios".

Mientras los payasos recogían el dinero, Alim vio desde lejos a dos policías acercándose al banco. Sin dudarlo, corrió hacia ellos y les dijo con voz firme:- ¡Deténganse! Soy maestra Alim de la Escuela Arcoíris y estoy aquí para evitar un robo.

Los policías se sorprendieron al escucharla pero decidieron seguirla adentro del banco. Cuando llegaron, vieron a los tres payasos escapando por una ventana con bolsas llenas de dinero.

Sin pensarlo dos veces, los policías persiguieron a los ladrones mientras Alim cuidaba a las personas asustadas dentro del banco. Finalmente, lograron atrapar a los payasos y recuperar todo el dinero robado. Después de ese día tan intenso, la maestra Alim fue aclamada como heroína en Villa Risueña.

Todos admiraban su valentía y determinación para detener el robo del Banco Risueño.

Desde entonces, cada vez que alguien mencionaba aquel episodio inesperado, todos recordaban la lección más importante: nunca juzgar a alguien por su apariencia o acciones previas; todos merecen una segunda oportunidad para demostrar quiénes son realmente.

FIN.

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