La Magia de Compartir



Había una vez una niña llamada Lucía que tenía un enorme y colorido helado de frutilla. Ella estaba muy feliz disfrutando de su helado sola, cuando de repente se acercaron sus amigos, Tomás y Sofía.

"¡Lucía, qué rico se ve tu helado!"- dijo Tomás con ojos deslumbrantes. "Sí, pero es mío, ¡no quiero compartirlo!"- respondió Lucía, mientras se acomodaba el helado en su mano.

Los amigos se miraron con tristeza, así que decidieron jugar a la pelota, dejando a Lucía sola y aburrida.

Mientras seguía comiendo, vio a sus amigos riéndose y corriendo.

En ese momento, una mariposa voló cerca de ella y le susurró: "¿No te gustaría jugar con ellos y compartir tu helado? A veces, cuando compartimos, la diversión se multiplica!"-. Lucía pensó un momento y decidió que sería más divertido invitar a sus amigos. "¡Chicos, vengan!"- gritó.

"Voy a compartir mi helado con ustedes!"- Y así, los tres amigos disfrutaron no solo del helado, sino también de un hermoso momento de amistad que nunca olvidarán.

FIN.

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