La magia de la amistad


Había una vez dos hermanos, Martín y Sofía. A pesar de que se querían mucho, a veces discutían y peleaban por tonterías.

Sus papás siempre les decían que era importante respetarse y no pegarse, pero parecía que nunca escuchaban. Un día, mientras jugaban en el parque, Martín empujó a Sofía porque pensaba que ella había tomado su pelota. Sofía se cayó al suelo y empezó a llorar. En ese momento apareció un hada madrina mágica.

- Hola chicos -dijo el hada-. He venido para ayudarlos a resolver sus problemas. Martín y Sofía estaban sorprendidos al ver al hada madrina mágica frente a ellos. - ¿Cómo puedes ayudarnos? -preguntó Martín con curiosidad.

- Les voy a dar un regalo especial -respondió el hada-. Cada vez que sientan ganas de pelearse o discutir, van a recordar este momento en el parque y la tristeza que sintió Sofía cuando la empujaste, Martín.

Así aprenderán a ser más amables entre ustedes. Los hermanos aceptaron el regalo del hada con entusiasmo y prometieron intentarlo. Sin embargo, después de unos días volvieron las discusiones sobre quién usaría primero la computadora o quién tendría la última galletita del paquete.

Pero entonces algo increíble sucedió: cada vez que comenzaban una pelea o discusión, recordaban aquel día en el parque cuando habían lastimado los sentimientos del otro. Y así aprendieron a ser más comprensivos y respetuosos entre ellos.

Un día, mientras jugaban juntos en el jardín, Martín se tropezó y cayó al suelo. Sofía corrió hacia él para ayudarlo a levantarse, recordando lo que había aprendido de su hada madrina mágica. - ¿Estás bien? -preguntó Sofía con preocupación.

- Sí, gracias por preguntar -respondió Martín con una sonrisa-. Me alegra saber que siempre estarás ahí para mí. Desde ese momento en adelante, los hermanos se llevaron mejor que nunca y sus papás estaban muy orgullosos de ellos.

Y así vivieron felices para siempre, sin discutir ni pelearse por tonterías.

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