La magia de la amistad


Había una vez un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, donde todos sus habitantes siempre estaban sonriendo y contentos. En ese lugar se encontraba la Escuela Primaria "Alegría", un hermoso edificio lleno de colores y alegría.

Era el primer día de clases y los niños estaban muy emocionados por reencontrarse con sus amigos y conocer a su nueva maestra.

El sol brillaba en el cielo y las aves cantaban alegremente mientras los padres acompañaban a sus hijos hasta la puerta del colegio. En el aula de cuarto grado, se encontraba Tomás, un niño curioso y aventurero que siempre estaba dispuesto a aprender cosas nuevas.

Estaba ansioso por comenzar el año escolar y ver qué sorpresas les tenía preparadas la maestra. Cuando la campana sonó, todos los niños tomaron asiento en sus pupitres con una gran sonrisa en sus rostros. La puerta se abrió lentamente y entró la señorita Laura, una joven maestra llena de energía y entusiasmo.

- ¡Buenos días, chicos! - dijo la señorita Laura con una amplia sonrisa-. Soy su nueva maestra este año y estoy muy feliz de estar aquí con ustedes.

- ¡Buenos días, señorita Laura! - respondieron todos los niños al unísono. La señorita Laura comenzó presentándose: les contó sobre su pasión por enseñar y cómo quería ayudarlos a descubrir todo su potencial. Luego les propuso hacer una actividad para conocernos mejor.

- Voy a escribir algo en el pizarrón y quiero que cada uno de ustedes lo complete con una palabra - dijo la maestra. En el pizarrón, la señorita Laura escribió: "La felicidad es...

"Los niños pensaron por un momento y comenzaron a levantar sus manos para compartir sus respuestas. - La felicidad es jugar en el parque con mis amigos - dijo Sofía. - La felicidad es ayudar a los demás - agregó Martín. - La felicidad es tener una familia amorosa - expresó Ana.

Uno a uno, los niños compartieron sus ideas sobre lo que significaba la felicidad para ellos. La maestra escuchaba atentamente y sonreía, maravillada por las respuestas tan sabias de sus alumnos.

Después de esa actividad, la señorita Laura les habló sobre la importancia de ser amables y respetuosos entre todos. Les explicó que cada uno era único y especial, y que juntos podían lograr grandes cosas si trabajaban en equipo.

Durante todo el año escolar, los niños aprendieron muchas cosas nuevas en ese aula llena de alegría. Descubrieron el poder de la amistad, el valor del esfuerzo y cómo superar los obstáculos con optimismo.

Cada día se levantaban emocionados por ir al colegio y aprender algo nuevo junto a su querida maestra. El tiempo pasó volando y llegó el último día de clases. Los niños estaban tristes porque no querían despedirse de su maestra ni separarse de sus amigos.

Pero sabían que siempre llevarían consigo las enseñanzas recibidas en aquel lugar mágico llamado Escuela Primaria "Alegría". La señorita Laura les dio un abrazo a cada uno y les dijo:- Recuerden, queridos alumnos, que la felicidad está en ustedes.

Siempre sigan buscando nuevas aventuras y aprendiendo de todo lo que los rodea. ¡Son el futuro y estoy segura de que harán cosas maravillosas! Los niños se despidieron con lágrimas en los ojos pero con una sonrisa en el corazón.

Sabían que habían vivido momentos inolvidables en aquella escuela donde siempre reinaba la alegría.

Y así, mientras el sol se ponía sobre Villa Feliz, cada niño regresó a casa lleno de recuerdos felices y la certeza de que siempre llevarían consigo el espíritu de aquel primer día de clases donde todos estaban felices.

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