La Magia de la Amistad



En un hermoso jardín de colores vivos y árboles frondosos, se encontraba Lara, una niña curiosa y llena de energía. Lara disfrutaba pasar sus días junto a sus amigos Mili, Alexia, Bauti, Martina, Melody, Eve, Jazmín y Antonio.

Les encantaba jugar con pequeños animalitos de juguete, preparar comiditas en miniatura y divertirse a las escondidas. Un día soleado, todos decidieron ir al jardín de infantes donde asistían juntos. El lugar estaba lleno de risas y juegos.

La sala verde era el espacio favorito de Lara y sus amigos porque allí se encontraba la seño Rocío, una maestra cariñosa que siempre los guiaba con amor y paciencia.

- ¡Hola chicos! ¿Están listos para bailar cantab hoy? - preguntó la seño Rocío con entusiasmo. - ¡Sí! ¡Nos encanta bailar cantab! - exclamaron los niños emocionados. La música comenzó a sonar y todos se pusieron en círculo para empezar a bailar al ritmo alegre de la canción.

Lara movía sus bracitos y daba vueltas mientras reía junto a sus amigos. Era un momento mágico lleno de alegría y diversión. De repente, la puerta se abrió de golpe y entró un hada diminuta con alas brillantes.

Los niños abrieron los ojos sorprendidos ante semejante visita inesperada. - ¡Hola queridos niños! Soy el hada Mariposa y he venido para concederles un deseo especial a cada uno - anunció el hada con voz melodiosa.

Los niños no podían creer lo que veían pero estaban emocionados por hacer su deseo. Uno por uno fueron expresando sus deseos más profundos: volar como un pájaro, viajar al espacio exterior, tener una casa en forma de castillo...

Hasta que llegó el turno de Lara. - ¿Y tú pequeña Lara? ¿Cuál es tu deseo? - preguntó el hada Mariposa con ternura. Lara pensó por un momento antes de responder:- Quisiera que todos mis amigos sean felices para siempre - dijo con sinceridad.

El hada Mariposa sonrió ante tan noble deseo y extendió su varita mágica sobre los niños. De repente, una luz brillante envolvió a todos los presentes haciendo que sus corazones rebalsaran felicidad pura.

Desde ese día en adelante, Lara y sus amigos siguieron jugando juntos en armonía y alegría. Sabían que la verdadera magia residía en la amistad sincera y en el deseo genuino de ver felices a quienes te rodean.

Y así continuaron creciendo juntos aprendiendo importantes lecciones sobre solidaridad, empatía e amistad verdadera gracias al increíble poder del amor incondicional entre ellos.

FIN.

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