La Magia de la Lluvia



Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de un hermoso bosque, vivían dos niños llamados Sofía y Tomás. Eran mejores amigos desde que tenían memoria y siempre estaban juntos explorando el mundo a su alrededor.

Un día, mientras jugaban en el bosque, se encontraron con una extraña bruja llamada Agatha. Tenía el pelo largo y gris, y llevaba un vestido negro con sombrero puntiagudo.

A pesar de su aspecto tenebroso, Agatha no era mala; tenía poderes mágicos pero solo los usaba para hacer el bien. "¡Hola niños! ¿Qué hacen por aquí?" preguntó Agatha con una sonrisa amable. "Solo estábamos explorando el bosque", respondió Sofía. "¿Quieren ver algo increíble?", dijo la bruja emocionada.

Los ojos de los niños se iluminaron de emoción y asintieron ansiosos. Agatha les mostró un hechizo especial que podía traer lluvia cuando más se necesitara.

Les explicó que la lluvia es muy importante para mantener vivo al bosque y a todas las criaturas que viven en él. Sofía y Tomás quedaron fascinados por la idea de ayudar al bosque con su nuevo poder mágico.

Desde ese día, cada vez que veían que el bosque estaba seco, los niños recitaban el hechizo aprendido: "Lluvia brillante del cielo caerá, vida al bosque volverá". Una vez durante el verano, Sofía notó que las plantas comenzaron a marchitarse debido a la falta de agua.

Ella le contó a Tomás sobre su preocupación y juntos decidieron usar el hechizo para salvar al bosque. Se tomaron de la mano, cerraron los ojos y recitaron el hechizo con todas sus fuerzas.

De repente, las nubes se oscurecieron y comenzó a caer una lluvia suave pero constante. El agua revitalizó las plantas y flores del bosque, trayendo vida nuevamente. Los animales salieron de sus escondites y empezaron a disfrutar del frescor que les brindaba la lluvia.

Agatha apareció entre los árboles, orgullosa de lo que Sofía y Tomás habían logrado. "¡Lo hicieron niños! Han salvado al bosque una vez más", exclamó Agatha emocionada. Los niños sonrieron felices al ver cómo su esfuerzo había dado resultado.

Desde ese día en adelante, Sofía y Tomás continuaron protegiendo el bosque con su poder mágico. Cada vez que veían que necesitaba ayuda, usaban el hechizo para traer la lluvia necesaria. Con el tiempo, otros niños del pueblo también aprendieron el hechizo de Sofía y Tomás.

Juntos formaron un grupo llamado "Guardianes del Bosque" cuya misión era cuidar y proteger aquel lugar maravilloso. La historia de los niños se convirtió en leyenda en el pueblo vecino.

La gente solía contarla a sus hijos antes de dormir para inspirarlos a cuidar la naturaleza. Y así fue como Sofía y Tomás demostraron que incluso los más pequeños pueden hacer grandes cosas cuando trabajan juntos por una causa noble.

Además, aprendieron la importancia de cuidar y proteger el bosque, valorando la belleza y vida que este les brindaba.

FIN.

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