La magia de la sonrisa



Había una vez, en un reino muy lejano, una hermosa princesa llamada Fiona. Fiona era valiente, inteligente y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Vivía en un castillo rodeado de un bosque encantado.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Fiona se encontró con un joven príncipe llamado Felipe. Felipe era amable y generoso, pero tenía una extraña obsesión por los filtros de Instagram.

Siempre llevaba consigo su teléfono móvil y no podía resistirse a aplicar filtros a todas las fotos que tomaba. Fiona y Felipe se hicieron amigos al instante. Juntos exploraron el bosque encantado y descubrieron nuevas criaturas mágicas cada día.

Sin embargo, Fiona comenzó a notar que Felipe pasaba más tiempo preocupándose por sus fotos con filtros que disfrutando del momento presente. Un día, mientras caminaban por la ciudad cercana al bosque, Fiona notó que algo extraño ocurría. Las personas parecían tristes y desanimadas.

Los colores de las casas estaban apagados y no había risas ni alegría en las calles. "-¿Qué está pasando aquí?", preguntó Fiona preocupada.

"-No lo sé", respondió Felipe mientras ajustaba los filtros de su cámara para capturar la escena triste de la ciudad. Fiona decidió investigar qué estaba ocurriendo. Habló con los habitantes de la ciudad e descubrió que todos estaban atrapados en una especie de hechizo que les impedía ver la belleza del mundo real.

El malvado brujo Griselda había lanzado un conjuro sobre ellos, y solo una persona con un corazón puro podría romperlo. Fiona sabía que tenía que hacer algo para ayudar a la ciudad. Entonces se acordó de los filtros mágicos del príncipe Felipe.

Pensó que tal vez esos filtros podrían ser útiles para devolver el color y la alegría a la ciudad. "-Felipe, necesito tu ayuda", dijo Fiona decidida. "Tus filtros mágicos pueden ser la clave para salvar a esta ciudad".

Felipe dejó de preocuparse por sus fotos por un momento y miró a Fiona con curiosidad. Juntos idearon un plan: usarían los filtros de Instagram en cada rincón de la ciudad para traer de vuelta su belleza original.

Comenzaron aplicando el filtro —"Brillo"  en las casas, haciendo que las fachadas brillaran como nunca antes. Luego utilizaron el filtro —"Colorido"  en los jardines, llenando de flores y plantas multicolores cada rincón.

Continuaron con el filtro "Alegría", haciendo reír a todos los habitantes de la ciudad y contagiándolos con su felicidad. Por último, aplicaron el filtro —"Amor"  en todas partes, recordándole a las personas lo importante que es quererse unos a otros.

A medida que iban aplicando los filtros mágicos, la tristeza desaparecía y las sonrisas volvían al rostro de todos. La ciudad cobraba vida nuevamente gracias al trabajo en equipo entre Fiona y Felipe. Finalmente, llegaron al palacio del brujo Griselda donde lanzaron el último filtro: —"Luz" .

Un resplandor mágico envolvió el lugar y rompió el hechizo de la ciudad. Los habitantes agradecieron a Fiona y Felipe por devolverles la alegría y el color a sus vidas.

Desde ese día, Fiona y Felipe se convirtieron en los héroes del reino, recordando siempre que lo más importante es disfrutar de cada momento sin preocuparse demasiado por las apariencias.

Y así, la princesa Fiona y el príncipe Felipe enseñaron al mundo que no hay filtro más poderoso que el amor verdadero y la bondad en nuestros corazones. Juntos vivieron muchas aventuras más, llevando felicidad a todos los rincones del reino.

FIN.

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