La magia de las rimas
Había una vez una niña llamada Regina, quien tenía un don muy especial: podía crear rimas y versos con solo pensar en ellos. Siempre llevaba consigo un cuaderno donde plasmaba todas sus creaciones.
Un día, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, Regina encontró un libro mágico tirado en el suelo.
Lo tomó entre sus manos y al abrirlo, unas letras brillantes surgieron de sus páginas y formaron palabras que solo ella podía leer:"Regina, has sido elegida para embarcarte en una aventura mágica que te ayudará a encontrar la verdadera magia de la vida". Emocionada por esta inesperada oportunidad, Regina decidió seguir las instrucciones del libro y comenzar su viaje.
Caminó por senderos desconocidos hasta llegar a un río encantado. Allí se encontró con un simpático duende llamado Tomás. El duende le dijo:"¡Hola, Regina! Soy Tomás el duende del río encantado. Tengo algo para ti".
Regina se acercó curiosa y Tomás le entregó una varita mágica. "Con esta varita podrás hacer realidad cualquier deseo que tengas", le explicó el duende. Agradecida por tan valioso regalo, Regina siguió su camino hasta llegar a un prado lleno de flores multicolores.
Allí se encontraba Margarita, una hada risueña que volaba entre las flores. "¡Saludos, querida Regina! Soy Margarita la hada de los sueños felices", exclamó Margarita con entusiasmo-. "Tengo algo especial para ti".
Regina se acercó y Margarita le entregó un collar con una pequeña estrella brillante. "Este collar te recordará que siempre debes seguir tus sueños y nunca rendirte", le susurró el hada.
Con la varita mágica en una mano y el collar en el cuello, Regina continuó su viaje hasta llegar a un bosque encantado. Allí, entre los árboles altos y frondosos, encontró a Lucía, una elfa amable y sabia. "¡Saludos, querida Regina! Soy Lucía, la elfa de la sabiduría"- dijo con voz serena-. "Tengo algo importante que enseñarte".
Regina se acercó a ella y Lucía le entregó un libro antiguo lleno de conocimientos. "Este libro te ayudará a descubrir la magia que hay dentro de ti.
La verdadera magia está en aprender cosas nuevas cada día", explicó la elfa. Agradecida por todas las maravillosas enseñanzas recibidas, Regina siguió su camino con más determinación que nunca.
Con su varita mágica podía hacer realidad sus deseos, con el collar siempre recordaba perseguir sus sueños y gracias al libro aprendió cosas nuevas todos los días. Pasaron semanas desde aquel encuentro mágico cuando finalmente Regina regresó al bosque cerca de su casa. Encontrarse nuevamente con el libro mágico fue como reencontrarse con un viejo amigo.
Al abrirlo esta vez no había letras brillantes ni palabras escritas. Solo había una foto: era Regina sonriendo mientras creaba rimas junto a Tomás, Margarita y Lucía.
Regina comprendió que la verdadera magia de la vida no estaba en los objetos mágicos, sino en las amistades y experiencias que había vivido. Valoró cada momento junto a sus nuevos amigos y supo que su don especial de crear rimas era un regalo maravilloso.
Desde ese día, Regina siguió escribiendo rimas con amor y alegría, compartiendo su magia con todos aquellos que se cruzaban en su camino. Y así, la niña con rima encontró la magia de la vida en cada aventura mágica que vivió.
FIN.