La Magia de Lía



En un pequeño pueblo, vivía una niña llamada Lía. Lía tenía una forma especial de ver el mundo. Le encantaba dibujar y contar historias. Pero, a veces, otros niños no entendían a Lía.

Un día, en el recreo, los niños jugaban a la pelota. Lía quería jugar también.

"¿Puedo jugar con ustedes?" - preguntó Lía.

"No, Lía. No puedes. No sabes jugar bien" - dijeron los chicos riendo.

Lía se sintió triste. Pero, en vez de llorar, decidió dibujar. Fue a su rincón favorito y comenzó a crear un hermoso dibujo de un paisaje mágico.

Al poco tiempo, algunos niños la miraron y se acercaron.

"¿Qué haces, Lía?" - preguntó Tomás.

"Estoy dibujando un bosque encantado" - respondió Lía con una sonrisa.

Los niños se sentaron a su lado, curiosos por lo que hacía.

"¡Es tan lindo!" - dijo Sofía. "¿Puedes enseñarnos?".

"Claro que sí" - contestó Lía, emocionada.

Lía les mostró cómo dibujar árboles, flores y hasta animales. Los niños comenzaron a reirse y a disfrutar. Se dieron cuenta de que Lía tenía un talento especial.

Pasaron los días y, poco a poco, más niños vinieron a escuchar a Lía contar sus historias y a ver sus dibujos.

"Lía, eres mágica" - dijo Juan, con una gran sonrisa. "Nos haces muy felices".

Lía sonrió, sintiéndose aceptada. Ya no se sentía sola. Había encontrado amigos que valoraban su creatividad.

Finalmente, Lía y sus amigos decidieron hacer una exposición de arte en la escuela.

"Vamos a mostrar nuestros dibujos" - propuso Lía.

"Sí, vamos a invitar a todos" - dijo Sofía.

El día de la exposición, todos los niños del colegio pasaron a ver las obras de arte. Lía se sintió muy orgullosa de su trabajo y de sus nuevos amigos. Los demás niños se sorprendieron al descubrir cuánto talento había en Lía.

Desde ese día, Lía nunca volvió a sentirse discriminada. Aprendió que ser diferente es especial y que con un poco de valor, siempre se puede encontrar la magia en uno mismo y en los demás. Lía se convirtió en la niña más feliz del pueblo.

Y así, Lía demostró que con amor y amistad, todos pueden brillar en su propia manera.

FIN.

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