La magia de Lupe y Juana en Cerro Blanco


Había una vez dos hermanas llamadas Lupe y Juana. Lupe era una niña aventurera a la que le encantaba dibujar y crear personajes en su cuaderno.

Siempre estaba imaginando historias emocionantes y soñaba con explorar el mundo y visitar lugares nuevos. Un día, mientras estaban jugando en el jardín de su casa, Lupe tuvo una idea brillante.

Saltó de emoción y exclamó: "¡Juana, quiero conocer la nieve! He oído que es blanca y fría como un montón de algodón". Juana sonrió ante la emoción de su hermana pequeña y dijo: "Eso suena genial, Lupe.

¿Por qué no planificamos una aventura para ir a esquiar?"Lupe asintió emocionada y comenzaron a investigar sobre los lugares donde podían encontrar nieve cerca de su ciudad. Descubrieron que había una montaña llamada Cerro Blanco, famosa por sus pistas de esquí. Sin perder tiempo, las hermanas empacaron sus mochilas con ropa abrigada, guantes y botas especiales para la nieve.

Estaban listas para enfrentar esta nueva aventura. Llegaron al Cerro Blanco llena de entusiasmo. La montaña estaba cubierta por un manto blanco brillante que deslumbraba sus ojos. Se pusieron los esquís y se lanzaron por las empinadas pendientes.

Durante el primer día todo fue divertido e increíblemente emocionante para las hermanas. Pero al segundo día, cuando estaban explorando más allá del área segura de esquí, una tormenta de nieve inesperada los sorprendió.

La visibilidad se redujo a cero y no podían ver el camino de regreso. Lupe y Juana se asustaron, pero sabían que debían mantener la calma para encontrar una solución.

Recordaron haber visto un refugio en el mapa antes de salir, así que decidieron buscarlo para protegerse de la tormenta hasta que pasara. Caminaron cuidadosamente por la nieve espesa y finalmente encontraron el refugio. Dentro del refugio había otras personas atrapadas por la tormenta.

Todos estaban preocupados y temerosos, pero Lupe tuvo una idea. Sacó su cuaderno y comenzó a dibujar alegres personajes en las páginas en blanco. Los demás se sorprendieron al ver cómo sus dibujos cobraban vida frente a sus ojos.

Los personajes saltaban del papel y llenaban la habitación con risas y alegría. Pronto, todos olvidaron sus miedos y comenzaron a reír juntos mientras los personajes saltaban alrededor del refugio.

La magia de los dibujos de Lupe les trajo esperanza y felicidad incluso en medio de la tormenta. Después de unas horas, la tormenta finalmente amainó y pudieron regresar al área segura del Cerro Blanco. Agradecidos por su rescate milagroso, todos le dieron las gracias a Lupe por su increíble talento para crear personajes mágicos.

Lupe sonrió tímidamente pero orgullosa mientras guardaba su cuaderno con mucho cuidado. Había aprendido que sus dibujos no solo podían traer alegría a su vida, sino que también podían ser una fuente de esperanza y valentía para los demás.

Desde aquel día, Lupe continuó dibujando y creando personajes mágicos. Pero ahora, siempre llevaba consigo su cuaderno especial para compartir la magia con todos aquellos que necesitaran un poco de alegría en sus vidas.

Y así, Lupe y Juana siguieron explorando el mundo juntas, enfrentando nuevas aventuras y compartiendo el poder de la creatividad con todos los que conocían.

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