La magia de Vanessa



Había una vez una niña llamada Vanessa, que tenía un amor inmenso por los personajes de Disney. Desde que era muy pequeña, pasaba horas y horas viendo las películas y series de Disney en la televisión.

Aprendía inglés mientras disfrutaba de las aventuras mágicas de sus personajes favoritos. Vanessa soñaba con ser actriz algún día y formar parte del mundo mágico de Disney.

Le encantaba imaginar cómo sería estar en la piel de princesas valientes y heroínas intrépidas. Su habitación estaba llena de pósters, muñecos y libros relacionados con sus queridos personajes. Un día, mientras jugaba en el parque con su amiga Sofía, Vanessa tuvo una idea brillante.

"¡Sofía! ¿Sabes qué? ¡Voy a hacer mi propia obra de teatro!"- exclamó emocionada. Sofía se sorprendió por la energía y determinación de Vanessa. "¿En serio? ¡Eso suena increíble! Pero... ¿cómo lo vas a lograr?"- preguntó curiosa.

Vanessa sonrió confiada y respondió: "Bueno, primero necesito escribir el guion. Luego buscaré algunos amigos para que sean mis compañeros actores. Y finalmente, haremos ensayos hasta estar listos para presentarlo".

Sofía quedó impresionada por la creatividad e iniciativa de su amiga y decidió apoyarla en su aventura teatral. Durante semanas enteras, Vanessa trabajó sin descanso en su guion. Se inspiró en las historias clásicas de Disney pero también agregó su toque personal. Quería que su obra fuera especial y única.

Una vez terminado el guion, Vanessa comenzó a buscar actores para su obra. Les contó a todos sus amigos sobre su proyecto y muchos se mostraron interesados en participar.

Juntos, ensayaron cada día después de la escuela, aprendiendo sus líneas y creando coreografías mágicas. El gran día finalmente llegó. El pequeño teatro local estaba lleno de familias emocionadas por ver la obra de Vanessa. Las luces se atenuaron y el telón se abrió lentamente.

La historia contada por Vanessa era mágica. Los personajes cobraban vida en el escenario mientras los niños bailaban y cantaban con alegría. El público quedó maravillado por el talento y carisma de los pequeños actores.

Al finalizar la función, todos aplaudieron con entusiasmo y felicitaron a Vanessa por su increíble trabajo como directora y escritora del espectáculo.

Pero lo más importante fue que esa experiencia hizo que Vanessa descubriera algo aún más valioso: no necesitaba ser una actriz famosa de Disney para hacer realidad sus sueños. Ella ya había creado magia en ese pequeño teatro local, donde tantas personas habían reído y disfrutado gracias a ella.

A partir de ese momento, Vanessa supo que podía lograr cualquier cosa si trabajaba duro y creía en sí misma. Siguió explorando diferentes formas de expresión artística mientras continuaba estudiando inglés con las series de Disney que tanto amaba.

Y aunque nunca tuvo la oportunidad de convertirse en una actriz reconocida internacionalmente, siempre recordaría aquellos días en los que su sueño más grande se hizo realidad en un pequeño teatro, demostrando que la magia está en el corazón de cada uno de nosotros.

FIN.

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