La magia que llevas dentro



Había una vez en un lejano reino mágico, un mago llamado Lucas que había perdido su varita.

Lucas era conocido por ser el mago más talentoso y poderoso de todo el reino, pero sin su varita se sentía incompleto y desesperado. Una mañana, mientras buscaba desesperadamente su varita en el bosque encantado, se encontró con una hada amiga suya llamada Luna. Luna notó la tristeza en los ojos de Lucas y le preguntó qué le pasaba.

"¡Oh Luna! He perdido mi varita, sin ella no puedo hacer magia y siento que he perdido parte de mí mismo", respondió Lucas con pesar.

Luna, con voz calmada y sabia, le dijo a Lucas: "No te preocupes amigo mío, a veces las respuestas a nuestros problemas están más cerca de lo que pensamos". Y guiándolo hacia un lago cercano, le pidió a Lucas que mirara su reflejo en el agua cristalina.

Lucas obedeció y al ver su reflejo notó algo extraño: sus ojos brillaban con una luz especial. Fue entonces cuando Luna le dijo: "La verdadera magia no reside en tu varita, sino dentro de ti. Tu poder viene de tu corazón y tu voluntad".

"Pero ¿cómo puedo hacer magia sin mi varita?", preguntó Lucas incrédulo. Luna sonrió y le dijo: "Cierra los ojos, concéntrate en tus deseos más profundos y deja que esa energía fluya a través de ti".

Lucas dudó al principio, pero decidió confiar en la sabiduría del hada. Concentrando toda su energía interior, Lucas sintió cómo una fuerza desconocida lo envolvía. Al abrir los ojos, vio mariposas multicolores revoloteando a su alrededor.

Sorprendido e impresionado por lo que acababa de lograr sin su varita, abrazó a Luna emocionado. A partir de ese día, Lucas practicó cada vez más la magia desde su interior.

Descubrió que podía crear ilusiones increíbles, curar heridas con solo tocarlas y traer alegría a todos los habitantes del reino con sus habilidades recién descubiertas. Finalmente entendió que la verdadera magia estaba dentro de él todo este tiempo; la varita solo era una herramienta para canalizarla.

Y así vivió feliz para siempre compartiendo sus dones mágicos con quienes lo rodeaban. Y colorín colorado este cuento ha terminado ¡Qué maravilloso es descubrir el poder que llevamos dentro!

FIN.

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