La mamá maravillosa
Había una vez en un pequeño pueblo, una mamá maravillosa llamada Laura. Laura era cariñosa, amable y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás. Tenía dos hijos, Lucas y Martina, a quienes amaba con todo su corazón.
Un día, Lucas y Martina estaban jugando en el parque cuando vieron a un niño triste y solo. "¿Qué te pasa?" -preguntó Martina. "Mis amigos no quieren jugar conmigo porque no tengo juguetes", respondió el niño.
Sin dudarlo, Martina y Lucas corrieron a su casa y buscaron en su habitación los juguetes que ya no usaban. Luego, fueron al parque y le dieron los juguetes al niño. "Gracias, ¡esto es genial!" -dijo el niño con una gran sonrisa.
Esa noche, durante la cena, Laura les dijo a sus hijos: "Hoy han hecho una buena acción ayudando a ese niño. Siempre recuerden que la generosidad y la solidaridad hacen que el mundo sea un lugar mejor". Lucas y Martina asintieron con una sonrisa.
Pasaron los días y Laura seguía enseñando a sus hijos sobre la importancia de ayudar a los demás. Un sábado, la familia decidió ayudar en un hogar de ancianos. Pasaron la tarde jugando, conversando y compartiendo con los abuelitos.
Al regresar a casa, Lucas le dijo a Laura: "Mamá, hoy comprendí lo hermoso que es ayudar a los demás. Gracias por enseñarnos a ser generosos". Laura los abrazó con amor y les dijo: "Ustedes también son maravillosos.
Yo solo les muestro el camino, pero son ustedes quienes eligen ser grandes personas". Desde ese día, la familia seguía ayudando a los demás y siempre recordaban que su mamá era la mejor, porque les enseñaba con amor a ser buenas personas.
FIN.