La Mañana de la Amistad



Era una fresca mañana de domingo cuando Facundo y Gael se encontraron a las 8 en la plaza. "Che, ¿y si le tiramos piedras a la casa de Iván?"- sugirió Facundo, con una sonrisa traviesa.

Gael dudó un momento, pero al ver la emoción en el rostro de su amigo, aceptó. Sin embargo, cuando comenzaron a lanzar las piedras, una de ellas rompió una ventana. "¡Uy, no!"- exclamaron al unísono. Asustados, decidieron huir.

A los pocos minutos, Iván salió de su casa con una gran sonrisa en el rostro y una escoba en la mano. "¡Ey, chicos! No se preocupen, fue solo un accidente. Pero, ¿por qué no vienen a jugar en vez de esto?"- les propuso.

Facundo y Gael se miraron, sintiéndose avergonzados. "Lo siento, Iván. No quisimos romper nada, solo nos aburríamos"- dijeron. Desde ese día, los tres se hicieron grandes amigos, aprendiendo que jugar y compartir es mucho mejor que hacer travesuras.

FIN.

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