La Manzana Brillante



Había una vez en un hermoso jardín, una manzana roja jugosa llamada Manzana y un helado de vainilla muy dulce llamado Diente. Ambos eran grandes amigos y les encantaba jugar juntos todos los días.

Un día, mientras jugaban a las escondidas, Manzana se metió detrás de unos arbustos y no pudo evitar sentirse triste al ver que nadie la encontraba. Se preguntaba si era porque era solo una fruta o si había algo mal con ella.

Justo en ese momento, Diente apareció corriendo y le preguntó: "¿Qué te pasa, Manzana? Te veo triste". Manzana suspiró y respondió: "Siento que nadie me encuentra divertida ni interesante".

Diente sonrió y le dijo: "¡No digas tonterías! Eres la manzana más deliciosa y jugosa que he probado nunca. Además, tienes un color tan brillante que siempre destacas entre todas las demás frutas". Manzana se sintió un poco mejor al escuchar esas palabras amables de su amigo.

Pero aún tenía dudas sobre sí misma. Diente decidió hacer algo especial para demostrarle a Manzana lo increíble que era. Organizó una competencia de lanzamiento de frisbee en el jardín y invitó a todos los amigos del lugar.

Cuando llegaron al lugar, Diente explicó las reglas del juego y todos comenzaron a jugar emocionados. Cada uno lanzaba el frisbee lo más lejos posible. Finalmente llegó el turno de Manzana. Ella tomó el frisbee con fuerza e hizo un lanzamiento increíble.

El frisbee voló alto y lejos, dejando a todos impresionados. Los amigos de Manzana aplaudieron y la felicitaron por su excelente lanzamiento. Manzana estaba sorprendida y feliz al mismo tiempo.

Nunca había imaginado que era tan buena en los deportes. Desde ese día, Manzana se dio cuenta de que no importaba si era una simple manzana, lo importante era creer en sí misma y disfrutar de sus propias habilidades.

Aprendió que cada uno tiene talentos únicos que los hacen especiales. Manzana y Diente continuaron siendo grandes amigos y juntos exploraron el jardín, descubriendo nuevas aventuras cada día.

A partir de ese momento, Manzana nunca más se sintió triste o insegura sobre sí misma porque sabía que siempre había alguien especial como Diente dispuesto a recordarle lo valiosa que era. Y así, Manzana roja jugosa helado Diente nos enseña la importancia de confiar en nosotros mismos y valorar nuestras cualidades únicas.

Cada uno tiene algo especial para ofrecer al mundo, solo debemos creer en ello y dejar brillar nuestra propia luz.

FIN.

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