La máquina de Ely para llegar a tiempo


Había una vez en el colegio Hans Christian Andersen una niña llamada Ely. Ely era una chica muy creativa y soñadora, pero tenía un pequeño problema: siempre llegaba tarde a clases.

Sus compañeros de curso también solían llegar tarde, lo que causaba molestias al profesor. Un día, durante la clase de ciencias, la maestra les dio a todos un desafío especial. Debían crear algo que pudiera beneficiar a la comunidad educativa del colegio.

Todos los alumnos estaban emocionados con la tarea, menos Ely, quien se sentía abrumada por no tener ideas claras.

Después de pensar durante un buen rato, Ely tuvo una brillante idea: ¡una máquina de teletransportación! Pensó que sería genial poder teletransportarse directamente al colegio sin tener que preocuparse por llegar tarde nunca más. Con mucho entusiasmo y dedicación, Ely se puso manos a la obra. Reunió materiales reciclados y herramientas simples para construir su invento.

Pasó días enteros trabajando en secreto en su proyecto hasta que finalmente logró terminarlo. Al día siguiente, durante la presentación de los proyectos en clase, todos quedaron asombrados con la máquina de teletransportación de Ely.

La maestra y sus compañeros no podían creer lo que veían. Todos querían probarla inmediatamente. "¡Ely, esto es increíble! ¿Cómo funciona tu máquina?" -preguntó uno de sus compañeros emocionado. "Es muy sencillo", respondió Ely con orgullo.

"Solo tienen que ingresar las coordenadas del colegio en este panel y listo, podrán teletransportarse directamente allí". Sin embargo, antes de poder probarla, sonó el timbre indicando el fin de la clase. La maestra les pidió a todos los alumnos reagarrar sus cosas y salir ordenadamente del aula.

"Bueno chicos", dijo la maestra con una sonrisa. "Mañana continuaremos con las pruebas de los proyectos". Los niños salieron corriendo hacia sus casas llenos de emoción por lo que habían visto ese día.

Esa noche, mientras Ely cenaba con su familia en casa, recibió un mensaje en su teléfono celular: era uno de sus amigos del colegio pidiéndole ayuda para estudiar juntos para un examen importante al día siguiente.

Ely sonrió emocionada al recordar su invento y pensó que esta sería la oportunidad perfecta para demostrarle a todos lo útil que podía ser su máquina de teletransportación. Sin perder tiempo, ingresó las coordenadas del hogar de su amigo en el panel y activó la máquina.

En cuestión de segundos estaba frente a la puerta de su amigo sorprendiéndolo gratamente. "¡Wow! ¡¿Cómo llegaste tan rápido? !" -exclamó su amigo impresionado. "Es mi invento secreto", respondió Ely riendo divertida.

Juntos pasaron toda la noche estudiando y divirtiéndose gracias a la maravillosa creación de Ely. Al día siguiente, durante el examen en el colegio Hans Christian Andersen, todos notaron lo bien preparados que estaban tanto ella como su amigo graciasal tiempo extra que habían pasado juntos estudiando.

La maestra felicitó a ambos por sus excelentes resultados e iniciativa, y les animó a seguir trabajando duro y siendo creativos cada día.

Desde entonces, Eli usaba su invención sabiamente ayudando siempre cuando alguiennecesitara llegar rapido o cruzar grandes distancias sin cansarse demasiado, demostrando así cómo algo tan simple como una máquina puede traer grandes beneficios si se usa correctamenteY colorín colorado este cuento se ha acabado

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