La Máquina del Tiempo de la Escuela



Era un día soleado en la Escuela Primaria Rincón del Saber. Los estudiantes de cuarto grado estaban muy emocionados porque el profesor Fernando había prometido un día especial de experimentos científicos. Todos sabían que a él le encantaba sorprenderlos con cosas inesperadas.

"¡Buenos días, chicos!", exclamó el profesor Fernando con una gran sonrisa. "Hoy vamos a hacer un experimento que nunca olvidarán. ¡He traído algo muy especial!"

Los estudiantes miraron con curiosidad mientras el profesor sacaba una caja grande y antigua del coche. Al abrirla, se encontró con una extraña máquina llena de botones y luces parpadeantes.

"¿Qué es eso, profe?", preguntó Sofía, la más curiosa del grupo.

"Es una máquina del tiempo", respondió el profesor, haciendo que todos se quedaran atónitos. "Dicen que te puede llevar a cualquier momento de la historia. ¡Hoy vamos a viajar a conocer un poco del pasado!"

Los alumnos brincaron de emoción.

"¿Podemos ir a la época de los dinosaurios?", gritó Lucas.

"O a la época de los piratas!", añadió Valentina.

"¡Espérense!", interrumpió el profesor Fernando. "Primero debemos decidir. A veces, el pasado tiene lecciones importantes que aprender".

Después de deliberar, deciden que quieren aprender acerca de la independencia de Argentina. Así que el profesor ajustó un par de perillas y presionó un botón.

De repente, una luz brillante envolvió la máquina y, en un parpadeo, los chicos se encontraron en una plaza llena de gente y caballos.

"¡Miren!", exclamó Sofía. "Estamos en Buenos Aires en 1810!"

Los niños se miraron entre sí, asombrados.

"¿Cómo vamos a volver, profe?", preguntó Lucas con un hilo de preocupación en su voz.

"No se preocupen. Simplemente necesitamos recordar el evento histórico para regresar. ¡Vamos a buscar a alguien que nos explique!"

Los niños comenzaron a caminar por la plaza, cuando de repente se encontraron con un grupo de patriotas hablando entre sí. Se acercaron con cautela.

"Disculpen, señor", dijo Valentina. "¿Qué están discutiendo?"

"Estamos hablando sobre la libertad y cómo independizarnos del dominio español", respondió un hombre alto con una tricornio.

Los niños escucharon atentamente mientras este hombre, que era nada menos que Manuel Belgrano, hablaba.

"Es importante luchar por nuestros derechos. La libertad es algo que todos deben tener".

Los chicos, asombrados, entendieron la importancia de esos momentos.

"¿Cómo podemos ayudar?", preguntó Lucas, sintiéndose valiente.

"¡La valentía viene de conocer la historia y aprender de ella!", les respondió Belgrano. "Cada uno de ustedes puede hacer la diferencia en su presente".

Después de un rato escuchándolos, el profesor Fernando se acercó y les dijo:

"Chicos, creo que es hora de regresar. Han aprendido algo valioso aquí, pero debemos contarle al mundo lo que hemos vivido".

Los estudiantes repitieron las frases que habían escuchado, llenos de entusiasmo. Cuando finalmente presionaron el botón de regreso en la máquina, no solo aprendieron sobre la independencia, sino que también regresaron con la plan antes de tocar la máquina.

"¡Esto fue increíble!", dijo Sofía.

"No puedo esperar a contarle a todos", añadió Valentina.

Cuando regresaron, el profesor Fernando les preguntó:

"¿Qué lección se llevan de esta experiencia para su vida?"

"Que debemos ser valientes y luchar por lo que es justo", dijo Lucas con determinación.

"Y también que el pasado nos enseña a crear un mejor futuro", agregó Sofía.

El profesor sonrió, orgulloso de sus alumnos.

"Hoy han aprendido que conocer nuestra historia es fundamental para avanzar. La próxima vez que se sientan perdidos, no olviden mirar hacia el pasado para encontrar la dirección correcta".

Y así, los estudiantes no solo regresaron a sus asientos en el aula, sino que también se llevaron consigo una experiencia que jamás olvidarían.

FIN.

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