La Máquina del Tiempo Manipulada



Megu era una joven muy inteligente y curiosa que siempre había querido conocer a sus bisabuelos, pero ellos habían fallecido hace muchos años. Un día, mientras experimentaba en su laboratorio, Megu descubrió cómo construir una máquina del tiempo.

Se emocionó tanto con la idea de poder viajar al pasado para conocer a sus antepasados que decidió poner manos a la obra de inmediato. Después de varios días trabajando sin parar, Megu finalmente logró crear su máquina del tiempo.

Con mucha emoción y un poco de miedo, se subió en ella y programó el destino: el año 1920, cuando sus bisabuelos eran jóvenes.

Mientras viajaba por el tiempo y el espacio en su máquina recién creada, Megu se encontró con un gato negro muy peculiar llamado Wang. Él le dijo que era un gato mágico capaz de ayudarla en todo lo que necesitara durante su aventura.

Cuando llegaron al año 1920, Megu quedó impresionada por lo diferente que era todo. Las calles estaban llenas de carruajes tirados por caballos y las personas vestían trajes muy elegantes.

Con la ayuda de Wang, Megu logró encontrar a sus bisabuelos jóvenes caminando juntos por el centro de la ciudad. - ¡Abuela! ¡Abuelo! - gritó emocionada Megu mientras corría hacia ellos. - ¿Quién eres tú? - preguntó confundida su bisabuela. - Soy tu nieta... del futuro - respondió Megu con una sonrisa nerviosa.

Sus bisabuelos no podían creer lo que veían, pero Megu les contó todo sobre su máquina del tiempo y cómo había viajado en el tiempo para conocerlos. Juntos, pasaron un día maravilloso explorando la ciudad y aprendiendo cosas nuevas.

Sin embargo, mientras paseaban por el parque, algo extraño comenzó a ocurrir. La máquina del tiempo de Megu estaba fallando y no podía regresar al presente.

Con la ayuda de Wang, Megu descubrió que alguien había manipulado su máquina del tiempo desde el futuro para evitar que volviera a casa. Megu se sintió desesperada y asustada ante la posibilidad de estar atrapada en el pasado para siempre.

Pero con la ayuda de sus bisabuelos y su nuevo amigo Wang, logró resolver el problema y volver al presente justo a tiempo. A partir de ese día, Megu supo que nunca olvidaría esa aventura tan emocionante.

Aprendió mucho acerca del valor de las relaciones familiares y la importancia de tener amigos leales como Wang en momentos difíciles. Y aunque nunca más volvió a ver a sus bisabuelos jóvenes en persona, sabía que siempre tendría un lugar especial en su corazón gracias a esa experiencia única e inolvidable.

FIN.

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