La maravillosa historia de la escritura



Hace mucho, mucho tiempo, en un pueblo lejano, vivía una niña llamada Lola. A Lola le encantaba escuchar las historias que le contaba su abuelo, un sabio anciano lleno de enseñanzas.

Un día, Lola le preguntó a su abuelo sobre la historia de la escritura. -Abuelo, ¿cómo inventaron la forma de escribir? ¿Por qué es tan importante? -preguntó Lola con curiosidad. El abuelo sonrió y la llevó a un viaje imaginario por el tiempo.

Le contó que hace miles de años, las personas necesitaban una forma de comunicarse más allá de las palabras habladas. Fue así como crearon los primeros símbolos en las paredes de las cuevas. -¿En las cuevas, abuelo? -preguntó Lola sorprendida. -Sí, querida.

Los antiguos seres humanos usaban dibujos simples para contar historias y transmitir información. Con el tiempo, estos dibujos evolucionaron y se convirtieron en los primeros alfabetos. Los egipcios, los sumerios, los chinos, todos ellos aportaron algo a la historia de la escritura.

Lola estaba fascinada con cada palabra de su abuelo. -¿Y cómo llegó la escritura hasta hoy, abuelo? -preguntó ansiosa.

El abuelo le explicó que la escritura había pasado por muchas transformaciones a lo largo de los siglos, hasta llegar a los libros, las cartas, los mensajes en computadoras y celulares. -La escritura nos permite contar historias, transmitir conocimientos, expresar nuestros sentimientos y comunicarnos con personas que están lejos. Es una de las invenciones más importantes de la humanidad -concluyó el abuelo.

Desde ese día, Lola valoró mucho más la escritura y se convirtió en una ávida lectora y escritora. Y así, la maravillosa historia de la escritura siguió inspirando a generaciones y generaciones de niños y niñas.

FIN.

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