La maravillosa historia de la letra H
En un hermoso pueblo llamado Hilaridad, todas las letras del abecedario vivían juntas en armonía, cada una con su propia personalidad. Pero la letra H era un poco tímida y no se sentía muy importante.
Un día, cuando la letra H estaba triste en su rincón, llegó la letra C, su mejor amiga. -Hola, H, ¿qué te sucede? -preguntó preocupada la letra C. -Hola, C. No puedo evitar sentir que no soy tan útil como el resto de las letras.
Todos parecen olvidarse de mí -respondió la H con tristeza. La letra C decidió ayudar a su amiga H, así que juntas se dirigieron al consejo de las letras para plantear el problema.
Las demás letras escucharon atentamente a la H y la C, y decidieron mostrarle que ella también era muy importante.
Desde ese día, la H comenzó a trabajar en equipo con otras letras, como la Ch, la Gh, la Hr y la Hl, formando palabras mágicas y llenas de significado. La importancia de la H quedó demostrada cuando logró cambiar por completo el sentido de las palabras en las que participaba.
Al sentirse valorada y amada, la H recuperó su alegría y se convirtió en una letra fundamental en la formación de palabras significativas. Y así, la H comprendió que, aunque en silencio, su presencia marcaba una gran diferencia en el mundo de las palabras.
Desde entonces, la H brillaba con luz propia en el abecedario, y todos los habitantes de Hilaridad aprendieron a valorar su importancia. La letra H se convirtió en un ejemplo de que, aunque a veces pasemos desapercibidos, siempre tenemos un lugar especial y valioso en el mundo.
Y colorín colorado, esta historia ha acabado.
FIN.