La Margarita Azul
En un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, vivía una niña llamada Valentina. Valentina era una niña especial, ya que poseía un poder mágico que le permitía controlar el viento.
A pesar de su extraordinario don, Valentina siempre dudaba de sí misma y no tenía confianza en sus habilidades. Siempre se sentía insegura y pensaba que no era lo suficientemente buena.
Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con una hermosa margarita azul, la cual brillaba con una luz mágica. Intrigada, Valentina se acercó a la flor y escuchó una suave voz que provenía de la margarita. -Hola, Valentina- dijo la voz. -Soy la Margarita Azul, y tengo un mensaje para ti.
Valentina, escucha con atención: eres más valiente y poderosa de lo que crees. Tienes el don de controlar el viento, y eso es algo realmente especial. No dejes que tus dudas te impidan ver tu verdadero valor.
Valentina, emocionada por el mensaje de la margarita azul, decidió llevarla consigo como un recordatorio de su verdadero potencial. A partir de ese día, la margarita la acompañaba a todas partes, y cada vez que Valentina se sentía insegura, la flor le recordaba sus palabras.
Con el tiempo, Valentina comenzó a creer en sí misma y a confiar en sus habilidades. Utilizando su poder para hacer el bien en su pueblo, ayudando a los agricultores a cuidar sus cosechas y a los pescadores a navegar con seguridad.
Valentina se convirtió en un verdadero ejemplo de valentía y determinación para todos en Villa Esperanza. Y todo gracias a la sabiduría y el amor propio que la Margarita Azul le había enseñado.
Desde entonces, la margarita azul se convirtió en un símbolo de esperanza y empoderamiento en el pueblo, y Valentina nunca volvió a dudar de su valor.
FIN.