La margarita valiente
En un jardín colorido y lleno de vida, vivía una pequeña margarita llamada Margarita. A pesar de ser una flor hermosa y delicada, las otras flores más grandes y vistosas se burlaban de ella por su tamaño.
"¡Miren a la pequeña margarita! ¡Es tan diminuta que ni siquiera la vemos!", se reían las rosas rojas. "¿Para qué estás aquí, margarita? ¡No tienes nada que aportar con tu tamaño insignificante!", se burlaban los girasoles altos.
Margarita se sentía triste y desanimada. Había perdido la esperanza de ser aceptada y valorada en el jardín. Un día, mientras estaba sumida en sus pensamientos, un saltamontes travieso llamado Santi saltó frente a ella.
"¡Hola, pequeña margarita! Veo que estás triste. ¿Qué te pasa?", preguntó Santi con curiosidad. Margarita le contó cómo las otras flores se burlaban de ella por ser pequeña e insignificante.
Santi, con una sonrisa amigable, le propuso algo inesperado:"¿Por qué no vienes conmigo a explorar otros jardines? Seguro encontrarás lugares donde seas apreciada por tu belleza única. "Aunque al principio Margarita dudaba, decidió confiar en el saltamontes aventurero y aceptó su invitación.
Juntos emprendieron un viaje hacia nuevos horizontes llenos de incertidumbre pero también de esperanza. Durante su travesía, Margarita descubrió jardines exóticos donde flores de todos los tamaños convivían en armonía. Conocieron tulipanes elegantes, lirios fragantes y claveles coloridos.
En cada lugar que visitaban, Margarita aprendía algo nuevo sobre sí misma y sobre el mundo que la rodeaba. Poco a poco, gracias a la valentía que le había dado Santi y a las experiencias vividas en su viaje, Margarita empezó a sentirse más segura de sí misma.
Ya no permitía que los comentarios hirientes de las otras flores afectaran su autoestima.
Un día, al regresar al jardín donde todo comenzó, Margarita encontró una sorpresa inesperada: las demás flores habían sido invadidas por plagas voraces que amenazaban con marchitarlas para siempre. Sin dudarlo ni un segundo, Margarita recordó todo lo aprendido durante su viaje y decidió actuar. Con coraje y determinación, lideró a todas las flores para combatir juntas contra las plagas invasoras.
Con ingenio y trabajo en equipo lograron salvar el jardín del desastre total. Las demás flores quedaron asombradas por la valentía y sabiduría de la pequeña margarita que antes menospreciaban.
Finalmente entendieron que el valor no está en el tamaño o la apariencia externa, sino en el corazón valiente capaz de superar cualquier adversidad. Desde ese día en adelante, todas las flores del jardín respetaron y admiraron a Margarita como una líder fuerte e inspiradora.
Y así fue como la pequeña margarita pasó de ser objeto de burlas a convertirse en un ejemplo vivo de superación personal para todos aquellos que creen en sí mismos sin importar lo grande o pequeños que sean ante los ojos del mundo.
FIN.